En Punta del Este tuvo lugar la cuarta edición del Foro Global de Líderes en América Latina, que reunió a íconos mundiales del ámbito público y privado.

Casi todos humanos.

Esto porque finalizadas las presentaciones y charlas de la jornada -conducida por Alejandro Fantino-, en donde participaron personalidades mundo de los negocios, la cultura, el arte, el entretenimiento y el deporte, también participó Sophia, la primera ciudadana androide del mundo.

Sophia destaca gracias a la Inteligencia Artificial. Fue creada por Hanson Robótics, con sede en Hong Kong, el 19 de abril de 2015, causando sensación. Pero no fue hasta 2017 que saltó a la fama mundial cuando Arabia Saudita le concedió la nacionalidad, la primera vez en el mundo que un androide consigue un pasaporte.

Ha sido diseñada para aprender y adaptarse al comportamiento humano y trabajar con humanos, y ha sido entrevistada por todo el mundo. El 11 de octubre de 2017, Sophia fue presentada a las Naciones Unidas con una breve conversación con su Vice Secretario General, Amina J. Mohammed. El 25 de octubre, en la Cumbre de Inversión Futura en Riad, le fue concedida la ciudadanía saudita, convirtiéndose así en el primer robot en tener una nacionalidad.

Según el fabricante, David Hanson, Sophia tiene inteligencia artificial (IA), procesamiento de datos visuales y reconocimiento facial. Sophia también imita gestos humanos y expresiones faciales y es capaz de contestar ciertas preguntas y tener conversaciones sencillas sobre temas predefinidos (por ejemplo, el clima).

El robot usa tecnología de reconocimiento de voz de Alphabet Inc, (compañía matriz de Google) y está diseñada con capacidad de aprendizaje. El software de inteligencia de Sophia está diseñado por SingularityNET. Su software de IA analiza conversaciones y extrae datos que le permite mejorar sus respuestas con el tiempo. Es conceptualmente similar al programa de ordenador ELIZA, el cual fue uno de los primeros intentos en simular una conversación humana.

Ben Goertzel, científico creador del cerebro del robot, empleó diferentes tecnologías para que Sophia pudiese acercarse el máximo posible al pensamiento humano. Para hacer posible esto, llevó a cabo un software que permitía desarrollar varias funciones necesarias: principalmente, el software hace búsquedas de información para que Sophia las pueda comunicar como respuesta a las preguntas que le hagan, así como expresar y explicar lo que lo rodea.

Este software tiene en su configuración un sistema de voz, donde se desarrollan todas las respuestas y, en general, todo el que dice Sophia de su entorno. Este elemento va ligado a sus expresiones faciales, las cuales dependen del texto que diga el robot, es decir, van en relación a lo que dice.

Finalmente, el software analiza todo el que escucha para después con la red poder buscar información para crear la mejor respuesta posible. Toda esta recolecta de información se mantiene en el MindCloud, puesto que esto permite hacer una análisis de la evolución de la inteligencia del robot a medida que va interactuando con la sociedad, puesto que cuánto más interacción tiene con los humanos, más conocimientos obtiene.

Una de las características de Sophia es la capacidad que tiene a la hora de hacer preguntas a los humanos, ya que es su vía de aprender de ellos. En el momento de responder, si no sabe la pregunta, tiene la capacidad de improvisar la respuesta, y normalmente lo que dice es lógico y argumentativo, comentó Infobae.

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