Imaginemos esta situación: estar en el aeropuerto haciendo la fila para abordar el avión, con la valija de mano en un lado y en la otra mano el bolso o alguna otra cosa que tengamos que llevar para el vuelo. Es el momento de escanear la tarjeta de abordaje y, por supuesto, nos enredamos con todo al querer acercar el papel o el teléfono al lector del código de barras.

Este escenario ya va a dejar de existir gracias a la tecnología biométrica. La empresa Vision-Box, junto a Cathay Pacific y el aeropuerto Schiphol’s de Ámsterdam, desarrollaron un programa denominado Seamless Flow.

Se trata de facilitar las acciones al abordar el vuelo y, además, dar mayor seguridad. Cuando el usuario tenga que hacer el check-in, tendrá que ir hacia un quiosco especial donde se escaneará el pasaporte y el rostro de forma biométrica, mediante un proceso que solo tomará segundos.

La aerolínea tendrá una cámara ubicada en la fila del abordaje y lo único que tendrá que hacer quien deba ingresar al avión es mirarla mientras camina, para que el sistema compare su rostro con los que fueron escaneados y subidos al sistema. Esto sucede en segundos. Una vez confirmada la identidad, se abre una puerta para que pueda ingresar.

Desde Digital Trends informan que en los próximos meses, el aeropuerto de Amsterdan implementará el proceso de escaneo del pasaporte y, en un siguiente paso, se facilitará el proceso de control de pasaportes en los aeropuertos.

Esta tecnología ya había sido probada por JetBlue hace un par de años, en un vuelo específico que despegó de Boston y aterrizó en Aruba.

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