Jeff Bezos fundó Amazon fundó en 1994, firma que nació como una especie de librería online y que ahora es un gigante del comercio electrónico valorado en u$s1.700 millones.
Bezos dejó su puesto como CEO en la figura de Andy Jassy, que arribó desde la rama de servicios en la nube de la compañía, una de las más rentables.
A lo largo de sus casi 27 años como consejero delegado, Bezos compartió consejos y lecciones aprendidas en entrevistas y en sus cartas anuales a los accionistas de Amazon. Aquí van algunos de los consejos sobre éxito, productividad y también autocrítica que dejó.
Nació en Albuquerque (Nuevo México, Estados Unidos) cuando su madre tenía apenas 17 años.
Su padre, Ted Jorgensen, era un artista de circo que no supo que guardaba parentesco con el fundador de Amazon hasta que este fue adulto.
Debe su apellido a Miguel, un inmigrante cubano que se casó con su madre cuando Jeff aún era niño.
Bezos, al igual que muchos jóvenes alrededor de todo el mundo, comenzó su vida laboral trabajando como camarero en un McDonald’s durante un verano mientras aún era estudiante.
Con el dinero que obtuvo de esta experiencia, montó su primera empresa junto a su novia de entonces, Dream Institute. Se trataba de un campamento de verano con clases de refuerzo, que apenas tuvo seis clientes durante su corta vida.
Tras finalizar sus estudios de ingeniería e informática, comenzó a trabajar en Wall Street para diferentes firmas de inversión.
Con el tiempo llegó a ser vicepresidente de D.E. Shaw, compañía de Manhattan dedicada a las finanzas.
Pero luego decidió dar un giro en su carrera y dedicarse en cuerpo y alma a crear lo que hoy es Amazon (entonces fue Cadabra.com).
El empresario piensa que todo el mundo es "inherentemente vago", por lo que el modelo de negocio de Amazon siempre ha estado enfocado a que el cliente tenga que trabajar lo menos posible.
Pero esta idea también le dio fama de presionar al máximo a sus empleados, que en ocasiones se han quejado de sufrir demasiada en favor de los resultados.
El fundador de Amazon –y uno de los hombres más ricos del mundo- lleva una vida algo disparatada, con compras que se escapan al resto de mortales.
Además es un apasionado de la leche de vaca, sobre la que ha escrito varias reseñas en su marketplace, y un aficionado a probar nuevas comidas, como insectos o iguanas.
En la última carta Bezos dejó unas palabras sobre la que había sido una de las grandes polémicas que había tenido que enfrentar en los últimos meses: la presión sobre los trabajadores de Amazon.
Una revelación reciente alega que los trabajadores se veían obligados a orinar en botellas mientras estaban trabajando porque no tenían tiempo para ir al baño.
Bezos sí abordó algo de esto en la carta, afirmando que "creo que tenemos que hacer un mejor trabajo para nuestros empleados", según informó el sitio eleconomista.es.