El año pasado, una de las "nuevas palabras cripto" que más sonaron fue NFT, siglas en inglés de tokens no fungibles. Un nuevo tipo de activo digital que se caracteriza por:

Así, estos tokens generaron un nuevo furor entre coleccionistas asombrados por la posibilidad de contar con piezas únicas e irrepetibles. Las cifras son más que elocuentes: se vendieron más de u$s13.000 millones de estos artículos digitales durante 2021.

 

Cómo crear un NFT

Las dos preguntas más escuchadas por quienes desean ingresar a esta tecnología son "cómo se crean" y "qué se necesita" para obtener un rédito económico de alguna actividad artística, como imagen, un video o, incluso, una canción o poema.

"Primero se requiere de una billetera sin custodia, que puede ser Metamask, una de las más comunes; o KardiaChain Wallet", confía a iProUP Nicolás Verderosa, CEO de la plataforma de venta de NTF Kephi Gallery.

Según el ejecutivo, después "se necesita conectar esa billetera a cualquier plataforma de mercado NFT. Obviamente, deben transferirse fondos a esa billetera para pagar el gas", como se conoce a la comisión por el uso de la blockchain. 

Por ejemplo, si el marketplace de NFT funciona con Ethereum, habrá que cargarla con ethers. En general, subir una obra a una plataforma cuesta cerca de 100 dólares. Las más importantes son:

Verderosa precisa que simplemente con estos pasos se crea un usuario asociado a la billetera, se crea un perfil de usuario y el artista puede subir sus obras al mercado NFT. Además, la plataforma le ofrecerá herramientas para convertir cada obra (un archivo de imagen, audio, video o documento) en un token no fungible. Se pueden generar colecciones y NFT únicos (una sola copia) o múltiples.

Kephi.io es una galería NFT hecha en Argentina para artistas independientes

"Uno puede crear una colección y colocar varios NFT dentro, asociándolos o dándole una especie de línea argumental o hilo conductor. Esto tiene como ventaja que los conjuntos de obras se tienden a vender más porque los coleccionistas quieren tener todas las copias", resalta Verderosa.

En su visión, subir un NFT a alguna de las plataformas es un procedimiento tan sencillo como guardar cualquier archivo en Google Drive, Dropbox o una plataforma de almacenamiento en la nube.

Además, el 90% del valor de venta se lo lleva el artista, quien además puede –según Verderosa– fijar un monto de regalía para el mercado secundario. De esta forma:

Los NFT son una especie de activo digital diseñado para ser únicos, característica que los asemeja a coleccionables tradicionales como obras de arte, estampillas y discos de vinilo, entre otros.

La blockchain detrás de la revolución NFT es Ethereum, red creada por el ruso Vitalik Buterin –de reciente paso por la Argentina– que permite incorporar información adicional a cada archivo.

De este modo, deja registrado de forma permanente un sello o certificado que indica que ese es el "archivo original", a diferencia de cualquier contenido digital del que pueden hacerse múltiples copias, indistinguibles entre sí.

Artistas que se sumaron al boom

Pese a ser una tecnología relativamente nueva, ya son muchos los artistas locales que decidieron digitalizar sus obras para ofrecerlas en las diferentes plataformas.

Uno de ellos es Cristian Guasti, de 34 años, aunque en el mundo de los NFT es más conocido como @gvaste, quien comparte historia con iProUP: "Vengo siguiendo estos temas hace años, aunque siempre desde afuera o más superficialmente. Hace tiempo que veo artistas amigos que estaban empezando a mostrar su arte en este tipo de plataformas", remarca.

Y añade: "Mi primera experiencia con el arte y los NFT vino con Kephi. Un amigo me comentó sobre el proyecto. Como estaba estaba empezando a hacer arte y diseño digital de nuevo, me pareció una muy buena oportunidad para mostrar lo que hago y también darle ese valor agregado que tienen los NFT para apoyar a los artistas a través de estos medios".

"Puede ayudar a un montón de personas a generar ingresos con lo que les gusta hacer. Restan muchas cosas por aprender y se vendrán nuevas cosas con el avance de esta tecnología", resalta.

Cristian resalta que no le resultó complejo empezar a subir sus creaciones a Kephi gracias a que la plataforma "es bastante amigable". "A la hora de crear mis obras uso un poco de todo, a veces dibujo, escaneo, digitalizo y trabajo el resto en la PC de escritorio. A partir de ahí, ya utilizo las herramientas que más se adecuen para lo que estoy buscando hacer. Hasta ahora subí nueve obras que son parte de una colección de cartas. Es, por el momento, mi única colección, aunque planeo para 2022 hacer más cosas", destaca.

"La primera vez que escuché sobre los NFT fue en noviembre 2020, cuando comencé a escuchar de artistas vendiendo sus obras de arte para poder vivir. Al principio no entendí muy bien cómo funcionaba hasta que empecé a leer y a ver canales de YouTube que hablaban del tema, para ir interiorizándome", cuenta Lucía Verderosa, de 27 años.

Y añade: "Al tiempo empecé a crear mi primera colección de ilustraciones digitales mezclado con la astrología, aún está en proceso pero a punto de ser terminada. También encontré plataformas para subir las fotos analógicas que vengo tomando hace ya más de cuatro años".

Lucía detalla que le interesa subir su arte a esta plataforma como un modo de portfolio y con la posibilidad de su venta el día de mañana. "Que no sea sólo un lugar donde las personas ven lo que hago si no que también puedan acceder a ellas para tenerlas en su colección. Cosa que sucede sólo cuando se envían copias en el mundo material", asegura.

La artista precisa: "También encontré nuevas formas de crear arte gracias a las galerías, porque hallé muchos artistas nuevos que inspiran nuevas técnicas y posibilidades de creación". Para crear sus NFT, Lucía utiliza una tableta Wacom, una laptop y una cámara analógica con la cual obtiene fotos que después digitaliza. Ya tiene unas 15 obras comercializadas. 

Roberto Paz Maya tiene 29 años y es otro artista de NFT de la ciudad de La Plata que comparte su historia a iProUP. "Me enteré de la existencia de los NFT en abril de 2021, por un amigo de Chile que me comentó muy por encima qué eran y cómo funcionaban", señala.

Los NFT permiten no sólo ganar con la venta, sino también con la reventa de la obra

"Por esa misma fecha, vi que The Weeknd vendió una canción como NFT y además vi un video en Youtube de Tomas García con lo que me pude interiorizar más", agrega. El artista revela que decidió apostar al mercado de los NFT porque siente que "es un movimiento muy grande, el futuro del arte, una especie de nuevo Renacimiento".

Para sus creaciones, Paz Amaya utiliza una computadora portátil, una tableta digitalizadora Wacom y Krita, una alternativa a Photoshop de código abierto que no tiene costo ni licencias. La Artista ya tiene una colección de 15 obras en la plataforma HEN y una treintena a Kephi.

Derechos de los NFT

Muchos inversores adquieren NFT con el objetivo de tener un activo digital de valor. Sin embargo, tras su adquisición suele surgir una duda: ¿de quién es el derecho de autor o copyright? Cuando alguien compra un coleccionable digital significa se hace de un token criptográfico que corre sobre blockchain. Es decir, posee un código público y único ligado a la obra original, debido a que el propio creador así lo determinó.

Esto se podría comparar como si tuviera una "edición limitada con autógrafo" en versión 4.0, un sello donde el autor dice al resto del mundo que el comprador tiene la versión original o la copia de mayor valor.

Por tal motivo, los interesados en adquirir este tipo de activos también deben tener en cuenta que los NFT no giran en el valor de la obra como tal, sino en la exclusividad y confianza que genera el creador al venderlo.

En ese sentido, la diferencia entre poseer un JPG de una obra digital y tener un JPG junto al NFT es que en este último caso se tiene la confianza de que el autor dará el máximo valor al NFT por encima de cualquier otra versión de su obra.

Así, el mundo cripto busca explorar a través de estos token no sólo la escasez digital, sino también la forma de certificar la propiedad de un bien. Y allana el camino para nuevas aplicaciones dentro de otros usos dentro de la economía 4.0.

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