Con la noticia de que Amazon podría comprar, junto a General Motors, parte de la empresa de camiones y SUVs eléctricos Rivian, el gigante del eCommerce comienza a allanar el terreno para sumergirse en la industria de la movilidad.

¿Por qué lo hace? ¿Quiere tener sus propios vehículos para vender? No, lo que importa es mejorar su gigantesca red logística.

La compañía liderada por Jeff Bezos no para de crecer. Con un ritmo vertiginoso (tiene un crecimiento interanual sostenido del 20%), la plataforma goza de gran salud. Parte de este sustento se apoya en las entregas efectivas, rápidas y económicas.

Como destaca El País de España, la firma gastó 28.000 millones de dólares en envíos en su último año fiscal. Ese gasto no hace más que aumentar a medida que la empresa se expanda en nuevas áreas, pero los clientes solo cubren algo más de la mitad. Por eso, Bezos también quiere tener más control sobre el canal.

Y en esta parte entran en juego los transportes eléctricos. Este tipo de vehículos (y también los autónomos) deberían reducir los costes de llevar los productos a los compradores, lo que facilitaría la competencia a una serie de empresas.

Pero no es la única en desarrollar este sector: Ford está trabajando con la empresa de reparto Postmates y Domino’s Pizza. La división de coches autónomos de General Motors, Cruise, ha iniciado un programa piloto con DoorDash, que transporta pedidos de restaurantes a clientes.

Amazon tiene que adoptar la automatización en todo su proceso, o se arriesga a verse superado. Ya lo ha hecho en sus propios almacenes: en 2012 compró Kiva Systems para instalar robots.

El mes pasado se inscribió como probador del concepto de vehículo de entrega autónomo y eléctrico de Toyota, e-Palette. Y está entre los que la semana pasada invirtieron 530 millones de dólares en la startup de vehículos autónomos Aurora.

La destreza de Amazon en el manejo de cantidades masivas de datos en su negocio de servicios web también es útil, tanto para sus propias operaciones como para los productores de vehículos autónomos.

Todo esto le da la visión necesaria sobre el progreso en esta área, y tal vez lo ponga en primera línea de cara a cualquier vehículo producido con éxito. Esta es la clave para mantener contentos tanto a clientes como a accionistas.

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