Durante los últimos años, y potenciado por la crisis sanitaria que nos ha tocado vivir, la función financiera se ha visto fuertemente impactada por las necesarias iniciativas de transformación de las organizaciones.

Y todo lo que estamos transitando para quienes estamos ligados al mundo de las finanzas y los financieros, nos permite también proyectar esta importante función hacia los próximos 5 años, y, como consecuencia de ello, brindar consejos prácticos para ir incorporando las tendencias relevantes en beneficio de la función de finanzas.

Su rol

Actualmente el CFO se ha ganado un lugar importante en la estrategia de las organizaciones, trabajando de cerca del máximo ejecutivo (Director General o CEO) y cada una de las áreas clave, tales como Recursos Humanos, Comercial, Marketing, Departamento Jurídico, Compliance, entre otras. Un Nro.1 de finanzas debe estar abierto a escuchar, interactuar y aprender continuamente del negocio para poder apoyar al crecimiento, promover la transformación e impulsar el cumplimiento de los objetivos estratégicos. Toda esta complejidad va mucho más allá de las cifras de los estados financieros, el proceso presupuestario, el control de gestión y el esfuerzo por mejorar la rentabilidad.

Recuerdo hace años cuando un típico comentario del CFO era algo así como "Comercial lanzó la campaña del nuevo producto y me enteré mirando la TV". Sucede que los comerciales evitaban invitar al CFO a este tipo de reuniones relacionadas con nuevos proyectos, por temor a que sus intervenciones se centraran en motivos para no avanzar. También hemos escuchado frases tales como "¡Cuidado lo que dices delante del CFO!".

Carlos Rozen, Socio de Consultoría y Transformación Digital en BDO en Argentina.

Afortunadamente esto hoy es historia en las organizaciones responsables. El CFO se ha transformado en una pieza clave en la mesa ejecutiva y tiene mucho para aportar con una visión moderna, desafiante, cuestionadora, pero a su vez habilitadora para potenciar ideas más que empantanarlas. Y esta es la primer tendencia del CFO del futuro: la de habilitador estratégico.

Respecto de la búsqueda de eficiencia en todo lo que se hace, los máximos responsables financieros están analizando la forma de optimizar sus procesos internos, y hacerlo con veloces tasas de retorno al ir eliminando de manera sistemática paquetes de horas de trabajo del tipo manual. Las nuevas tecnologías de automatización, herramientas de baja codificación y RPA (Robotic Process Automation), lo permiten y cada vez en forma más notoria.

En el mundo del RPA, los bots atendidos y desatendidos (según trabajen mancomunadamente con humanos o en forma autónoma) han marcado un hito y lo seguirán marcando con fuerza durante los próximos años. Son tecnologías que, si bien ya muestran casos de éxito rotundos e indiscutibles, aún dejan entrever oportunidades de maduración relevantes. En este sentido, el uso de AI junto con RPA es uno de los factores que crecerá más en los años venideros.

En definitiva, la automatización robótica de procesos tiene ese potencial de liberar cargas de trabajo administrativo y, por ende, una inmejorable oportunidad para incrementar niveles de productividad en todo tipo de organizaciones. Un "CFO del Futuro" hoy está incursionando con RPA (si es que aún no ha logrado robotizar decenas de los procesos a su cargo).

A esto le llamamos "fuerza de trabajo híbrida" o "mano de obra potenciada" (trabajo de humanos mejorado por robots), está siendo una necesidad que la guerra de talentos pone en evidencia y la necesidad de hacer más con menos recursos la magnífica.

Algo similar ocurre con las tecnologías analíticas. Se suele arrancar por áreas de presupuestación, control de gestión, costos y controlling, y "viralizándose" la implementación de soluciones de explotación y exploración de datos en otros rincones. Y esto de la analítica avanzada no es cuento. La competitividad de una organización en general y de las áreas financieras en particular, va a estar dada en gran medida en su capacidad de contar con información en tiempo real (lo contrario a periódica). En un futuro cercano es probable que suene como una expresión "retro" hablar del "cierre mensual".

Por otra parte, los sistemas de gestión integrados (ERPs) irán abandonando esa característica de funcionar como bloques separados y estarán súper integrados con las demás herramientas, incluso con las de ofimática y automatización.

Pero a su vez Finanzas, por evangelizar con la automatización, y la analítica avanzada (si fuera el caso), puede convertirse en un líder natural para desplegar este tipo de proyectos en otros rincones de la entidad y a veces de todos. Esta tendencia está produciendo que los perfiles financieros tengan cada vez mayores competencias y habilidades del tipo tecnológicas y matemáticas.

Y no podemos dejar de hablar de "la nube" como una de las tendencias más notables. Durante el primer año de la pandemia pudimos vivir como nunca antes en la historia tecnológica, un obvio incremento de personas trabajando a distancia y la consecuente adaptación de sus tecnologías.  Como hemos dicho, no permitir la conexión remota a quienes debían operar a distancia podría haber matado al negocio. En este contexto, los desarrolladores de tecnologías tales como ERP y CRM, sin importar el tamaño experimentaron un inusitado incremento de la demanda, tanto de implementaciones, pero más aún de mejoras e interfaces con otros softwares periféricos.

Todas estas tecnologías ya funcionan en nubes, que dejaron de ser simples repositorios de información, software y bases de datos, evolucionando para proveer cientos de servicios de manera relativamente sencilla para aquellos usuarios tecnológicos más versados.

El Covid-19 ha sido, dentro de todo lo malo, una gran escuela de finanzas.

Hay mucha información dispersa y se tiende a centralizar y armonizar la misma mediante el uso de tecnología avanzada. Esta tendencia es la llamada Hiperautomatización. Nos referimos al proceso por el que los sistemas de una organización se integran y automatizan de punta a punta en una única plataforma unificada, o en un entorno que emula serlo por su poder de integración. Esta Hiperautomatización, principalmente propiciada por los servicios en la nube, está provocando que las organizaciones estén planeando aprovechar cada vez más la continua expansión de los servicios digitales, como la inteligencia artificial, el "machine learning", las tecnologías analíticas y las de RPA. La Hiperautomatización está provocando que muchos CFOs estén planeando ambiciosamente la tecnología que los acompañará en los años venideros.

¿Qué se viene?

Se espera también que el blockchain, tecnología que está en boca de todos, pero que no terminó de explotar, sea uno de los aditamentos del gran cambio en la forma de gestionar y controlar las finanzas.

Dada esta tendencia, se espera que las actividades manuales queden reducidas notoriamente, y a su mínima expresión (digamos que un 20% de actividad manual de la que hoy existe será considera como ineficiencia en unos 5 años). El "CFO del futuro" lo tiene muy claro.

El Covid-19 ha sido, dentro de todo lo malo, una gran escuela de finanzas. Digamos un posgrado. El CFO ha comprendido en carne propia la importancia de anticiparse a los riesgos, controlar los flujos de fondos y tomar decisiones veloces para mantener a flote las operaciones. La Gestión de Riesgos volvió a ganar terreno como una de las herramientas más preciadas de la gestión.

Sin duda estamos apuntando a una función de finanzas más estratégica. Un piloto de tormenta de ambientes más cambiantes e inciertos, pero con mirada (e información) hacia futuro, predictiva más que analítica de lo que ya sucedió.

Estos niveles de automatización y poder predictivo sin precedentes, alentarán a las áreas de finanzas a rodearse de especialistas con mayor foco en actividades de elevado valor agregado, más estratégicas y menos transaccionales, basadas en estrategia impositiva, tesorería con mayor dinamismo en el manejo de la liquidez, automatización de controles internos, entre otras tantas.

Y así como los CFO fueron hasta aquí los campeones de los Centros de Servicios Compartidos (CSC) y centralización de actividades, hoy, la fuerza de trabajo nómade (llamando así a los trabajadores que pueden trabajar conectados desde cualquier parte del mundo), producirá variantes en estos centros que permitirán prácticamente virtualizarlos. Serán probablemente procesos estandarizados y funcionando con fuerte tecnología y acuerdos de nivel de servicio automatizados, operados sin lugar geográfico puntual.

Por último, el CFO que se viene se caracterizará por el "juego en equipo". Estará reunido muy asiduamente integrando iniciativas con Recursos Humanos, con las áreas comerciales y de marketing, con Producción, entre otras.

Y no tenemos dudas que el CFO deberá seguir siendo en el futuro un experto en Finanzas. Sin embargo, tampoco podemos desconocer que el líder financiero tendrá que ser cada vez más experto en comunicación, en negociación, en gestión del cambio, y un líder positivo e inspirador, capaz de sacar de las personas lo mejor de sí, logrando la automatización del resto. Un líder que, con elevados niveles de energía y entusiasmo, logre entusiasmar a otros logrando resultados destacados.

*Carlos Rozen es Socio de Consultoría y Transformación Digital en BDO en Argentina

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