En diferentes momentos llegó a conseguir más de 3.000 millones de dólares de inversores, lo que la valoraba en unos 31.000 millones. En 2020, la plataforma salió a bolsa en Estados Unidos valorada en algo más de 100.000 millones de dólares.

Para conseguir su primera ronda de financiación, los cofundadores Brian Chesky, Nathan Blecharczyk y Joe Gebbia elaboraron un pitch deck —una presentación de la compañía y su modelo de negocio para inversores— allá en la época en la que querían convertirse en una empresa de alquiler de colchones hinchables.

Cofundadores de Airbnb, Brian Chesky, Nathan Blecharczyk y Joe Gebbia

En 2008, cuando se fundó Airbnb, se llamaba "AirBed&Breakfast".

 

Por aquel entonces, existían ideas como el couchsurfing, pero realmente no había una forma fácil de reservar una habitación en otra ciudad, un concepto que los fundadores pensaron que podía ser más barato que los hoteles, indicó Business Insider España.

 

La solución fue una "cultura de compartir", en la que los locales podían ganar dinero alquilando espacio en sus casas a desconocidos mediante colchones hinchables.

 

Ya había 630.000 usuarios en la web de la competencia, Couchsurfing.com. Así que existía cierto interés en esa idea de negocio.

 

Paul Graham, el primer inversor de Airbnb a través de la aceleradora de empresas Y Combinator, escribió un email a su compañero inversor Fred Wilson expresando su optimismo por la empresa.

 

"No hay razón para que esto no pueda ser tan grande como Ebay. Y este equipo es el adecuado para hacerlo", escribió Graham en 2009.

Este es el aspecto de una primera versión de Airbnb.

 

A diferencia de muchas startups, cuyo objetivo es acumular grandes audiencias y luego preocuparse por los ingresos, Airbnb siempre tuvo un plan: quería llevarse el 10% de cada transacción de alquiler.

 

Para dar a conocer Airbnb, los fundadores planearon organizar eventos, asociarse con servicios de reservas y utilizar Craigslist, un conocido portal de anuncios clasificados en Estados Unidos.

 

Craigslist era quizás su mayor competidor, además de Hotels.com, según concluyeron los fundadores.

 

La idea de Airbnb parece ahora una obviedad. Y resulta que los fundadores tenían razón en muchas de sus ventajas competitivas. 

 

La facilidad de uso, la marca y los incentivos para los anfitriones han ayudado a la empresa a escalar hasta alcanzar un éxito masivo y miles de millones en ingresos.

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