Si bien las redes sociales aún siguen siendo grandes protagonistas, están apareciendo nuevos protagonistas que quieren hacerle frente y quedarse con su lugar.

Así es el caso de las ÐApps, una nueva generación de apps que dejan de concebirse como aplicaciones centralizadas pensadas para el móvil y como extensiones de los programas que usamos en los navegadores.

Pero, ¿de qué se tratan estas nuevas estrellas? Todos sabemos qué es una aplicación. Sepamos o no explicarlas o definirlas, comprendemos su utilidad y tenemos muchas de ellas instaladas en nuestros teléfonos móviles o tabletas.

En general, nacen como la extensión de una web o la ramificación de un servicio centralizado, gestionado por una empresa. A veces se pueden usar en forma gratuita y otras son pagas. Hasta acá, nada nuevo.

La novedad llega con las ÐApps: se conciben como aplicaciones descentralizadas que dependen directamente de los usuarios, y no de un sistema central.

Esto es posible porque se basan en contratos inteligentes, lo que hace que sus funciones se ejecuten cuando se cumplen los requisitos predeterminados para su funcionamiento.

El funcionamiento de las apps o de cualquier programa que uses de forma cotidiana se basa en dos secciones principales:

1- El front end corresponde a la interfaz o la parte en la que el usuario ve y ejecuta acciones.

2- La parte backend que es todo aquello que no vemos, donde se almacenan y gestionan datos, y se optimiza todo para que la interactuación entre ambas partes sea efectiva y tus acciones se puedan llevar a cabo con éxito.

El backend permite que podamos usar aplicaciones con información muy extensa, pero sin que esta ocupe o sature nuestros dispositivos.

Es precisamente en esta parte del backend donde reside la principal diferencia de las ÐApps ya que incluyen Smart contracts o lo que viene a ser lo mismo, operar en el entorno Ethereum, según informa Universia.

Al operar en el entorno Ethereum, son más transparentes en sus gestiones y, de esta manera, para usar un servicio no hay que ceder los datos personales, registrarse o estar obligado a usar una pasarela de pago de terceros para poder realizar una transacción.

Este sistema supone que tus datos estén presentes, pero que la propiedad o uso de estos no quede en manos de las aplicaciones, ya que los mismos se gestionan desde una llave pública general.

Su gestión y almacenamiento de datos se realiza a través de blockchain, lo que garantiza su transparencia, trazabilidad e inmutabilidad, pero también garantiza su privacidad y seguridad, ya que la misión principal de las ÐApps es crear una nueva generación de aplicaciones que generen confianza y libre uso.

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