Son una pieza clave y esencial, que todo desarrollo digital necesita. Gracias a su expertise están garantizadas las bases para que toda web o app funcione como corresponde.

Se trata de los desarrolladores back-end, que se convirtieron en los profesionales más buscados durante la pandemia. Tanto, que muchos prefieren directamente encarar su carrera en modo independiente, y no son pocos los que solo trabajan para el exterior, con ingresos en dólares.

"Se encarga de la arquitectura interna de una página web o una aplicación, es decir, todo lo que no se ve", señala a iProUP Ariel Arcidiacono, director comercial de Bumeran y Zonajobs.

Y agrega que construye "la lógica y las soluciones posibles de todo de lo que permanece invisible al usuario, como formularios, bases y estructuras de datos, que se integran con la parte visual desarrolla el programador front-end".

Su rol es fundamental, porque debe anticiparse a los problemas que puedan surgir, así como también debe garantizar la seguridad del sitio aplicación web. "Es la persona encargada de diseñar las soluciones para que la ejecución funcione sin inconvenientes. En ese sentido, gestiona bases de datos y conexiones con otros sistemas", añade Arcidiacono.

Se le pide "cada vez más nivel de autonomía y mayor grado de ownership, es decir, que se adueñe de los objetivos a cumplir y se preocupe por mejorar los principales indicadores clave de rendimiento (KPI). Esto implica una mirada mucho más integral que la de cumplir nada más el propio rol", asegura a iProUP Federico Carrera, Managing Partner de High Flow - Grupo DNA.

Los desarrolladores backend pasaron de trabajar freelance a ser parte de la compañía

"Las características que más se valoran, son las de la capacidad de innovar, resolver problemas diariamente, estar hambrientos de aprendizaje y conocimientos nuevos", añade Carrera.

¿Qué habilidades requieren estos desarrolladores? Ante la consulta de iProUP, Gustavo Aguilera, director de Talent Solutions y People & Culture de ManpowerGroup Argentina, las enumera:

Por ejemplo, en Rappi se centran en perfiles que cuenten con habilidades analíticas y comunicacionales. Gastón González Bonifati, gerente de recursos humanos de la firma para el Cono Sur, señala a iProUP que buscan "personas con espíritu emprendedor, que les apasionen los desafíos y valoren trabajar en equipo".

"La curiosidad, la atención a los detalles y la aplicación de metodologías ágiles son características muy valoradas para este tipo de puestos", completa.

Una de las industrias que más está moviendo el mercado de estos talentos es la de las software factories. Según Carrera, "los contratan para trabajar para muchas de las grandes empresas que están desarrollando proyectos de mejora e innovación".

"Aunque también importantes compañías los buscan para sumarlos a sus estructuras, pues no tercerizan esos servicios y eligen tener bajo su nómina a los desarrolladores back-end", añade el directivo de High Flow-Grupo DNA.

Aguilera remarca que "todas las industrias son alcanzadas por este perfil", aunque destaca "aquellas que necesitan conectar a los empleados en distintos puntos o en la adaptación de los negocios repensados por la pandemia del Covid-19". En este sentido, señala que las principales son banca, petrolera, consultoría, retail, fintech, empresas de producto, banca, seguros y logística.

Alta demanda

Este perfil es tan buscado por las empresas que pueden percibir desde 2.500 dólares en adelante. Carrera identifica dos grandes tipos de compañías que demandan a estos profesionales:

"En la situación económica actual, la diferencia de sueldos entre la Argentina y el exterior es abismal", lamenta Santiago Scanlan, fundador y CEO de Plataforma 5, en diálogo con iProUP.

En este sentido, afirma que "para un mismo puesto en programación, en el resto de Latinoamérica se paga cerca de un 50% más que en el país. En Europa el doble o triple, y en Estados Unidos puede llegar hasta ocho veces más. Esto hace que a la industria local le cueste cada vez más conseguir los talentos que necesita para crecer".

En el mercado nacional, se estiman sueldos que rondan los $200.000. Un junior puede ganar cerca de los $100.000, pero rápidamente ascienden esos ingresos.

"Más allá de los valores informados, es importante aclarar una realidad que enfrenta el mercado tecnológico: como la demanda supera ampliamente la oferta, los colaboradores en situación de pleno empleo son frecuentemente contactados por empresas y selectores que necesitan de sus conocimientos", detalla Natalia Terlizzi, CEO de HuCap.

Y agrega que, para cambiar de trabajo, poseen "pretensiones que distorsionan las equidades internas de las compañías, y en amplios márgenes lo que perciben actualmente. Esto ocasiona dos fenómenos:

En este sentido, Carrera añade que "irse al exterior ya no es una decisión de dónde trabajar, sino de calidad de vida. Para estos perfiles, estar en Argentina o en cualquier otro destino no les impacta en su empleabilidad ni en la calidad de su trabajo, siempre que tengan buena conexión".

"Además, el salario dolarizado les permite ganar más si trabajan en el país que si se radican en el exterior. En el caso de que migren, es por motivos de calidad de vida o para trabajar a nivel corporativo de una multinacional, cuando dejan de querer solo hacer desarrollo backend y empezar a escalar en la pirámide laboral", explica Carrera.

Estos profesionales son muy buscados por empresas del exterior que pagan unos u$s2.500

Tal como Aguilera resalta, es interesante porque "preferentemente se buscan candidatos que pueden o no tener estudios universitarios completos, ya que en estos perfiles prevalece la experiencia y cantidad de proyectos".

"En el caso de contar con formación académica, se priorizan los estudios en Sistemas, Ciencias de la Computación, Estadística, Ingeniería Industrial o cualquier disciplina cuantitativa relevante. A su vez, aquellos talentos bilingües, con inglés, son muy valorados", completa.

¿Qué tipo de formación necesitan estos perfiles? "Actualmente, existen múltiples cursos online para desarrollarse como programador back-end. Algunos también lo complementan con el desarrollo front-end que fortalece la experiencia del usuario desde el punto de vista visual", enumera el director comercial de Bumeran y Zonajobs.

"Hay diplomaturas y tecnicaturas específicas. Asimismo, ciertas carreras de grado aportan los conocimientos necesarios, pero con una formación más amplia", añade Arcidiacono, quien destaca que se valoran los conocimientos en:

"Las empresas ya no discriminan por no tener un título y hay cada vez más opciones de formación. Lo importante es dominar la tecnología que la compañía está buscando y resolver los problemas que tiene. Si podés agregarles valor, no importa tu edad, qué hayas estudiado ni si tenés título: se valoran las habilidades concretas", concluye Scanlan.

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