Cuando Apple comenzó a trabajar en su proyecto de vehículo eléctrico en 2014, pareció validar la idea de que los coches eléctricos sucederán a los smartphones como la  próxima gran tecnología que cambiaría el mundo. Según dijo en 2015 Jeff Williams, ejecutivo de la compañía de la manzana, el coche es que "el último dispositivo móvil".

Sin embargo, 7 años después, no existe el Apple Car, que según varios medios no llegaría, como pronto, hasta 2024. Entretanto, los vehículos eléctricos son apenas una  pequeña parte de las ventas de vehículos en Estados Unidos y en la mayoría de paises.

Durante años, varios especialistas de la industria de la automoción han prometido que la revolución de los eléctricos está a la vuelta de la esquina, con compañías como  Ford o General Motors en peligro de ser el próximo Nokia si no consiguen ir más allá de los motores de combustión interna.

Los teléfonos inteligentes necesitaron apenas 5 años para pasar de una cuota de mercado del 17% al 75% en Estados Unidos en la década de 2010

Según varias predicciones, los coches eléctricos podrían seguir la misma trayectoria.

Una vez los costes de las baterías han reducido el precio de los coches eléctricos, las ventajas de cambiar a uno —más espacio de almacenamiento, aceleración más  rápida, capacidad de recarga en casa— serían obvias.

"La decisión entre tener un coche eléctrico o uno de combustión será similar a cambiar de un teléfono móvil tradicional a un smartphone, algo que ocurrió de forma  natural", señalaban los autores de un documento de trabajo del Fondo Monetario Internacional en 2017. "Conforme los precios vayan igualándose a los del vehículo de  combustión, la sustitución será rápida", añadieron.

Pero los vehículos eléctricos apenas supusieron el 2% de las ventas totales de coches en EEUU durante 2020. Y varias compañías alejadas de la industria, desde empresas  tecnológicas a startups, han fallado al intentar replicar el éxito de Tesla. Mientras los eléctricos son claramente el futuro de la industria, no parece que haya  iniciado su dominio del mercado.

Los coches eléctricos no han evolucionado como los teléfonos inteligentes por varias razones. En primer lugar, son más caros que los de combustión interna, los  concesionarios no hacen ofertas tan agresivas por ellos porque les aportan menos ingresos por servicios, y los consumidores suelen confiar en sus coches durante más  años que en sus teléfonos.

Pero los mayores problemas son 2: la falta de variedad y la menor comodidad que ofrecen a sus conductores.

Los fabricantes todavía no están ofreciendo a los consumidores una variedad de eléctricos asequibles en los dos segmentos más populares en Estados Unidos: los  todocaminos (SUV) y las camionetas pickup.

"Por el momento no hay una variedad de eléctricos que cumplan las necesidades del mercado", admite Loren McDonald, responsable del blog EVAdoption, a Business Insider.

Y aunque ya se pueden cargar en casa, es mucho menos cómodo recargar un vehículo en carretera que repostar uno de combustión interna. La infraestructura de recarga en  Estados Unidos es relativamente pequeña (unas 32.000 estaciones, comparadas con las 150.000 gasolineras) y hay distancias muy amplias entre estaciones en algunas partes  del país.

Aún no se ve un plazo cercano para que el boom de los autos eléctricos iguale al de los celulares inteligentes

Incluso si hay estaciones de carga bien repartidas por tu trayecto, el tipo de cargador más habitual requiere más de 3 horas para llenar por completo la batería.

"Los smartphones no tenían este problema de autonomía, ni requerían el despliegue de una infraestructura", admite a Business Insider Gene Munster, socio director de  Loup Ventures, que investiga sobre coches eléctricos y tecnología.

Las empresas del sector están trabajando en ambos problemas: la variedad de producto y los problemas de carga, pero pese a todo los expertos admiten que hasta la década  de 2030 (si no más) los eléctricos no llegarán a ser la mitad de ventas de coches.

Y mientras llega ese tiempo, no es impensable que los actuales gigantes de la automoción sean desplazados por otras compañías, como Nokia y Blackberry lo fueron por  Apple y Samsung.

Por el momento, ninguna gran tecnológica parece cerca de lanzar su propio coche eléctrico, y Tesla es el único fabricante estadounidense fundado más tarde de 1930 que  está produciendo una cantidad relevante de eléctricos cada año.

Fuente: Business Insider España

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