La "economía colaborativa", está en auge. Google está marcando la pauta de este concepto mediante el aporte en un polémico proyecto militar de inteligencia artificial. Se trata de Project Maven, su trabajo para el Departamento de Defensa de Estados Unidos.

Desde Google, aclararon que la inteligencia artificial que ellos desarrollen no será utilizada con fines armamentísticos. Su CEO aclaró además que no serán aceptables los usos que sean propensos de causar un daño generalizado o que violen la privacidad, las leyes internacionales o los derechos humanos.

Luego de que la empresa fuera duramente criticada por sus propios empleados en relación a proyectos de este tipo, ahora ha sumado más leña al fuego, ya que ha decidido contratar a empleados externos para trabajar en Maven.

Según indicó el sitio The Intercept, la empresa contrató a trabajadores desde un dólar la hora por la realización de tareas sencillas y repetititvas. Además, denuncian que los empleados trabajaron "a ciegas", ya que no conocían la finalidad de las tareas que realizaban: programar sistemas que decidan “qué es qué” en las grabaciones de drones con propósito militar.

La empresa que subcontrató la mano de obra para entrenar los sistemas de Google, Figure Eight, afirmó que "nuestros clientes tienen la opción de mostrar quienes son", sin embargo, "la mayoría de las veces se mantiene anónima".

La mayoría de los trabajadores son de países como Venezuela, Indonesia o Rusia, además de los Estados Unidos.

Facebook apuesta al blockchain

Facebook, la red social más grande del mundo, está invirtiendo en Blockchain con el objetivo de generar sus propias criptomonedas.

En ese sentido, compró una compañía que se especializa en cadenas de bloque. Se trata de la británica Chainspace, una startup centrada en los smart contracts que ha sido fundada por investigadores de la University College de Londres.

Aún no se conocen demasiados detalles del acuerdo, pero todo indica que está relacionado con el proyecto de la empresa de crear su propia moneda virtual para transacciones entre usuarios.

En rigor, se trataría de una criptomoneda similar al Bitcoin que podría funcionar en Facebook, Messenger, Instagram y WhatsApp.

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