En 2011 empecé a indagar en este mundo del trabajo remoto. En esa época, pleno auge de Facebook, no era muy común en latinoamérica trabajar desde casa. El concepto de nómada digital empezó a escucharse unos años antes en países angloparlantes. Eran los primeros pasos de esta revolución del mercado laboral.

En mi caso, leía muchos foros y blogs de personas que estaban recorriendo el mundo mientras trabajaban online. Eso despertó mi curiosidad y entendí que podía ser una opción. Tenía muy claro que quería recorrer el mundo y las vacaciones de 15 días anuales alejaban cada vez más mis sueños. Por lo que decidí comenzar a construir mi propio camino.

En ese momento, me encontré con el libro "Remoto" de Jason Fried y David Heinemeier Hansson. Ambos, co-fundadores de 37signals primero y luego Basecamp. Ellos fueron de las primeras empresas de trabajo remoto que conocí. La empresa final (Basecamp) nació en 2004 con este concepto de trabajo 100% online. De alguna manera, fueron pioneros de una estructura total de trabajo remoto.

Me quedé fascinado con este concepto y fue el puntapié para investigar más. Dentro de este libro, tenían algunas estadísticas que no podemos dejar pasar:

Entendí que el trabajo remoto era algo que podía tomar mucha preponderancia en los años que venían. Y por lo tanto, no era descabellado que empezar yo empiece a construir mi camino alrededor de eso. Fue en ese momento que tomé la decisión de que todos los negocios que construya, tendrían equipos remotos.

Pero antes de comenzar con los aprendizajes que obtuve durante estos diez años de trabajo remoto, quiero que pongamos un poco en contexto cómo cambió la industria del trabajo en ese tiempo. Y sobre todo, cómo cambió en el último año. La mejor manera de mostrar esto, es con números y estadísticas de la investigación realizada por Growmotely.

Los puntos más destacados de estas entrevistas fueron:

El trabajo remoto es el mayor atractivo para los mejores talentos. Por lo tanto, esta modalidad llegó para quedarse. Y cada vez se profesionalizan más las herramientas y métodos de trabajo para los equipos digitales. Por lo tanto, en vez de luchar contra el cambio, la mejor estrategia es entender cómo surfear esta revolución laboral que se aceleró este último año y medio.

Hay que entender que si bien tiene muchos beneficios para la salud y económicos, el trabajo remoto también tiene complicaciones y no todo es tan simple como parece. Suceden situaciones como desencuentros de equipo, diferentes husos horarios, fallas en la comunicación, entre otras muchas cosas. Y es por eso, que en los comienzos una buena práctica es observar a aquellas empresas que ya lo vienen haciendo.

Si tu intención es comenzar a construir equipos de trabajo remotos (o trabajar de forma online para otra empresa), hoy hay muchísima más información. Hay hasta canales de YouTube especializados en metodologías de trabajo remoto. Pero nunca comiences en base a hipótesis propias tratando de replicar el trabajo presencial y llevarlo al trabajo remoto. Es un error muy común pensar que si las reuniones se hacen de una manera cuando estamos en la misma habitación, deberían suceder igual en una sala virtual. Es diferente, y cada sistema de trabajo requiere sus metodologías.

La mejor estrategia al comienzo es observar, leer y escuchar a empresas que ya vienen trabajando de esta manera. Con esto vas a encontrar patrones comunes: si todos diseñan las reuniones de esta manera ¿por qué será?. Si todos construyen sistemas de comunicación con estas herramientas ¿por qué será?.

Una vez analizadas otras empresas, recién ahí es una buena idea empezar a trasladar todo lo que encontraste a tu propia realidad. No copies idéntico. Toma las ideas y adaptalas a tu personalidad y la de tu equipo.

Cuando vas a comenzar en un terreno desconocido es una buena idea seguir las huellas de quien ya lo caminó con buenos resultados. Te ahorra tiempo, errores y probablemente dinero. Nos ha pasado de investigar herramientas y perder dinero porque no estaban adaptadas para lo que nosotros necesitábamos. Y desarmar toda una estructura creada en una herramienta que no funcionó, es algo realmente muy engorroso.

 *Por Federico Bongiorno, emprendedor, Co-Fundador de Everest Media, Co-Fundador de Everest Real Estate e integrante del equipo de Ecodiem.

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