De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el escenario de continuidad alimenticio nos llevaría a una situación de subalimentación grave en 2050, incluso en un contexto de crecimiento de la producción agrícola bruta mayor al 50% entre 2012 y 2050.

Pero, en este sentido, desde la organización adviertieron que una tercera parte de la tierra agrícola se encuentra ya degradada, más de la mitad de las poblaciones de peces están plenamente explotadas y, en la última década, unas 13 millones de hectáreas de bosques fueron transformadas para otros usos por año, en promedio. Con todos estos factores expuestos, se prevé que la población mundial subalimentada aumente de los 975 millones actuales a 2.000 millone para entonces.

Ante este contexto, la tecnología apareció desde hace ya un tiempo como un aliado para buscar nuevos caminos de alimentación más sostenibles y económicos, en detrimento de las vías tradicionales que produjeron la situación critíca.

La inversión en tecnología agroalimentaria o AgriFoodTech creció considerablemente este último año. Las start up del sector obtuvieron unos 25.800 millones de dólares en 2020, representando un incremento anual del 15,5%. Asimismo, se espera que en 2021 se superen los 30.000 millones de dólares en inversión en el sector en el mercado  europeo, según el informe elaborado por el fondo de venture capital AgFunder en el m.

En el llamado AgriFoodTech se engloban actividades desde la tecnología aplicada a la agricultura, el reparto de comida a domicilio (restaurantes y supermercados), la creación de proteínas alternativas o los restaurantes virtuales, entre otros.

En este rubro, el negocio de la impresión de comida 3D, la monitorización del desperdicio de alimentos con IoT y la innovación en la comida (proteínas vegetales y carne de origen vegetal) son las categorías que mayor volumen de actividad presentaron en 2020.

La comida 3D es cada vez más frecuente en las mesas de todo el mundo

Del campo directo a la mesa

Entre el cada vez mayor mapa de compañías pequeñas y medianas que apuestan por un cambio en la alimentación del futuro, aparecen propuestas que buscan mantener la sustentabilidad en el ciclo completo, desde la agricultura hasta el consumo de alimentos.

El empleo de sensores y tecnologías como la inteligencia artificial en el campo, además de drones y robots, es creciente en el sector, debido a su aporte en la mejora que efectúan en la calidad y durabilidad de los suelos, entre otros factores. La biotecnología es otra de las herramientas capaz de ayudar a los agricultores en esta misión.

La tecnología en el agro crece año tras año, desde la inteligencia artificial, hasta los drones

"Una de las grandes innovaciones que vamos a ver en el campo vendrá de las nuevas técnicas de edición genética, que se limitan a alterar los genes de la propia planta de forma que se alcanzan modificaciones a las que podría llegar la propia naturaleza, pero con plazos más cortos", explicó Beatriz Jacoste, directora de Km Zero Food Innovation Hub al medio Expansión.

En este sentido, crece el nicho de empresas que se ven animadas a invertir en proteínas alternativas, de acuerdo al informe elaborado por la plataforma KM Zero, encargada de impulsar a startups y firmas innovadoras en el sector alimentario.

"Hay muchas formas de crear proteínas alternativas de forma sostenible para la humanidad. No es solo una cuestión ética, si no de usar lo mejor posible los recursos naturales. Ya utilizamos el 77% de las tierras arables del planeta para ganadería y es muy difícil hacerlo de forma más eficiente. La elaboración de carne celular o vegetal es el futuro, y muestra de ello es el interés de los inversores por este negocio", comentó, por su parte, Giuseppe Scionti, fundador y Ceo de Novameat.

Una de las tantas disruptivas que aparece es Novameat, una compañía con sede en Barcelona, dedicada a la elaboración de filetes de origen vegetal con el aspecto, textura y sabor de un filete de carne real, desde la cuál detallaron estar a punto de cerrar una de las mayores rondas de inversión en el sector FoodTech en España.

Y es que, como apuntó Scionti, la producción de proteínas de origen vegetal es actualmente uno de los sectores más atractivos para los inversores. Muestra de ello son los 200 millones de euros recaudados por Impossible Foods y su posible salida a bolsa. A nivel mundial, este segmento de proteínas alternativas movió u$s2.490 millones en 2020, con inversiones en más 260 empresas.

El resultado es que la producción de proteínas se está alejando de las granjas y se está aumentando la inversión en cultivos de plantas, insectos y laboratorios. En total, la proteína alternativa se multiplicó por 10 en solo 5 años en Europa.

Y más allá de la proteína artificial, el consumo de insectos se vislumbra como otra gran opción para lograr una nueva fuente de proteínas.

"No te vas a sentar delante de la tele con un kilo de gusanos. En culturas como la europea será muy complicado el consumo de insectos en humanos, pero sí que estamos realizando muchos estudios e investigaciones para ver las posibilidades de este tipo de insecto en la mejora de la alimentación humana. Por ejemplo, en un estudio con la Universidad de Granada, gracias a nuestros productos con el gusano Tenebrio Monitor, conseguíamos reducir el uso de la insulina en diabéticos", afirmó Adriana Casillas, CEO de la empresa española Tebrio y presidenta de la IPIFF (Plataforma Internacional de Insectos para Alimentos Animal y Humana).

 

Tecnología de punta

"La innovación y la tecnología van a estar ligadas a la alimentación. Pero no vamos a dejar de comer como lo hacemos ahora, el verdadero cambio estará en cómo se producen esos alimentos", sumó Beatriz Jacoste.

El informe elaborado por Km Zero, Fooduristic 2020, destacó que mientras que la distribución está viendo cambios significativos, la transformación digital en su conjunto en la industria de alimentos y bebidas está cambiando rápidamente el entorno mediante una serie de tecnologías que son implementadas por empresas y organizaciones de todo el globo.

En base a esto, son también cada vez mayores las herramientas en el rubor. Por ejemplo, el empleo de la tecnología blockchain para el seguimiento de camarones desde la granja a la mesa que realiza IBM Food Trust, la inteligencia artificial de Anrich3D para elaborar menús personalizados a cada cliente, el empleo de impresoras para la elaboración de carne vegetal de Novameat o los robots capaces de ejercer de camareros de Macco Robotics.

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