¿Las ciudades inteligentes gastan menos? El modelo reactivo de gestión de los servicios públicos tiene un costo difícil de percibir. Cuando un semáforo cambia a verde durante dos minutos sin que ningún vehículo pase, mientras que la calle transversal está llena de conductores que pierden tres horas por día en el tránsito en un embotellamiento evitable, hay una pérdida financiera invisible.

Este impacto económico es más evidente al analizar todos los servicios brindados al ciudadano. Cuando la previsión es de tiempo seco y la contaminación del aire se agrava, haciendo que las personas llenen los centros de salud por problemas respiratorios, hay un perjuicio que no es tenido en cuenta. Cuando la falta de monitoreo incentiva a conductores a manejar por encima de la velocidad permitida y ocurren atropellos o caídas de moto que requieren atención de emergencia y cirugías, hay una cuenta que el contribuyente debe pagar.

¿Una ciudad se puede convertir en un “mapa vivo” de información? El modelo proactivo de gestión es la lógica detrás del concepto de smartcity. La gestión inteligente de incidentes implica una detección rápida y automática de un hecho en una ciudad, e incluso una detección de indicios o tendencias antes de que algo ocurra.

En el corto plazo, esta información puedellevar a una toma de decisiones a favor de la optimización de los recursos públicos. A largo plazo, ayuda a desarrollar un trabajo preventivo que reduce costos.Para ahorrar energía, la iluminación en las calles puede ajustarse según el flujo de vehículos y peatones. Otro ejemplo es el uso de botones de emergencia en áreas de gran circulación de personas y vehículos.

¿Cómo evitar gastos en operativos policiales? Un tercer ejemplo es la rapidez en la captura de vehículos robados. La víctima reporta el robo (usando, por ejemplo, una aplicación) y, a la hora, la policía se entera por donde el vehículo robado está circulando, gracias a la tecnología de lectura de placas.

Luego, se prepara un operativo de bloqueo y el vehículo es interceptado antes de llegar al destino, evitando el costo de la investigación policial e incluso el costo del seguro del vehículo. En definitiva, una ciudad es inteligente cuando favorece la calidad de vida. Y una administración pública orientada a la prevención y optimización de recursos logra hacer más con menos, y mejorar su reputación como destino turístico y de inversiones privadas.

* Paulo Santos es gerente de Soluciones de Axis Communications

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