La pandemia global de coronavirus COVID-19 generó el crecimiento exponencial de nuevos empleos. Los "trabajadores digitales" en muchos sectores cobraron aún mayor protagonismo. Sobretodo, aquellos vinculados con plataformas de servicios. Y con ese mayor protagonismo, también surgieron algunos inconvenientes.

En Chile, por ejemplo, por indicaciones sobre las condiciones de contratos de trabajadores digitales con apps del estilo Uber, la futura normativa deberá ser revisada nuevamente en comisión.

La Sala de la Cámara de Diputados del país trasandino aprobó en general, por 83 votos a favor, 16 en contra y 37 abstenciones, el proyecto de ley que regula el contrato de los trabajadores que desarrollan labores en plataformas digitales de servicios.

Esta moción busca considerar a los socios de las aplicaciones como colaboradores dependientes, para todos los efectos legales relacionados con cotizaciones previsionales y de seguridad social.

Objeciones

La iniciativa, impulsada por el diputado Giorgio Jackson (RD), fue objeto de indicaciones, por lo que volverá a ser estudiada por la Comisión del Trabajo en particular.

Uber salvó a muchas personas que se quedaron sin trabajo

"Esta moción busca atender la desprotección laboral que sufren aquellas personas que prestan servicios en el mercado de las aplicaciones web, mayoritariamente, aquellas que se desempeñan en los rubros de transporte y delivery y que no cuentan con las garantías y prestaciones de un contrato formal de trabajo", estimó Jackson, parlamentario de Revolución Democrática.

Patricio Melero (UDI), el diputado que introdujo las indicaciones, explicó que "todavía hay que especificar el tipo de vinculo entre los trabajadores y la aplicación contratante".

"Hay que definir bien quiénes son contratados y quiénes estarán de manera independiente. Este proyecto de ley no es el adecuado, porque genera mucha rigidez (...) Hemos presentado muchas indicaciones, pero no tenemos mayoría y, por consiguiente, no creo que podamos hacer grandes cambios", explicó Melero.

Líneas divergentes

La iniciativa generó un amplio debate, principalmente, porque, a juicio de varios diputados oficialistas, el camino planteado en la moción no es el correcto.

Ese fue el punto que recogió, Gonzalo Fuenzalida (RN), al explicar que la moción no era de su gusto, ya que desconoce hacia dónde va el mundo, en un contexto de una tercera revolución industrial y digital.

El debate sobre la legalidad de apps como Uber se dio en todo el mundo

"Aquí hablamos de un espacio virtual donde se une a un oferente y a un demandante de un servicio. La persona puede tener el horario que quiera, por ejemplo. El inconveniente del texto es su problema de origen: las personas no prestan servicios a una plataforma sino que ponen su tiempo a disposición de personas que quieren contratar ese servicio", señaló Fuenzalida.

Jackson defendió su moción y argumentó que plantear que estas personas no son trabajadores dependientes es incorrecto. "Ellos cumplen metas; no pueden conectarse cuando quieren; no tienen base de datos; no pueden fijar precios; no tienen contratos e, incluso, les exigen indumentaria con publicidad para las empresas a las que prestan servicios. Además, la empresa puede desconectarlos cuando quieren. De verdad, ¿eso no es depender ni tener una relación de carácter laboral?", remarcó.

¿Qué pasa en la Argentina?

La situación con personas que trabajan en este tipo de aplicaciones no es muy diferente en la Argentina. Por ejemplo, trabajadores de las firmas de delivery PedidosYa y Rappi realizarán un paronacional este jueves 4 de marzo en reclamo de aumento de tarifa por pago de envío.

Los repartidores reclaman y exigen un incremento de 100% en sus ingresos, según un comunicado publicado por la Agrupación de Trabajadores de Reparto. Desde la entidad, precisaron que las plataformas les pagan a los trabajadores menos de $65 cada pedido, situación que los obliga a extender cada día su jornada laboral.

Fuente: df.cl

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