Audi fue pionera en equipar a sus autos con un sistema de infoentretenimiento –denominado MMI-, con el que sigue siendo uno de los referentes de su categoría.

Ahora, la firma de Ingolstadt planea ir un paso más allá y gracias a la tecnología de realidad virtual, propone a los pasajeros de las plazas traseras vivir nuevas experiencias.

En el CES 2019, a través de su filial Audi Electronics Venture GmbH, la firma alemana presentó la startup holoride GmbH, que comercializará este nuevo formato de entretenimiento mediante una plataforma de código abierto que estará disponible para todas las automotrices y desarrolladores de contenido.

De la mano de su acuerdo de contenidos con Disney Games e Interactive Experience, la empresa desarrolló el “Marvel’s Avengers: Rocket’s Rescue Run”, un prototipo basado en el e-tron (su primer SUV 100% eléctrico) que simula la nave espacial pilotada por los Guardianes de la Galaxia.

La versión especial del e-tron cuenta con gafas de realidad virtual y cada movimiento del vehículo se refleja en la experiencia en tiempo real: si el vehículo realiza un giro cerrado, el jugador rodeará una nave espacial enemiga en la realidad virtual. Si el e-tron acelera, la nave también lo hará.

Al utilizar una plataforma de código abierto, la creación de contenidos es prácticamente infinita: puede ir desde juegos estilo arcade hasta contenidos educativos, como recorridos por ciudades históricas o grandes eventos de la humanidad.

Inclusive, holoride proveerá un kit de desarrollo de software que sirve como interfaz a los datos del vehículo y los transfiere a la realidad virtual como en el prototipo Rocket’s Rescue Run.

Otra ventaja de esta característica es que al estar sincronizadas la experiencia visual y la percepción del usuario, se reduce el riesgo de mareo.

La llegada de esta tecnología al mercado ya está confirmada: está previsto el lanzamiento de esta plataforma y las gafas de realidad virtual para los pasajeros de las plazas traseras en los próximos tres años.

Más adelante, con el desarrollo de la infraestructura car-to-X se podrá incluir eventos del tráfico como parte de la experiencia: por ejemplo, al detenerse en un semáforo, se podría introducir un obstáculo inesperado en un juego o interrumpir un programa de aprendizaje con una pregunta rápida.

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