La computación cuántica dejó de ser un concepto de ciencia ficción para transformarse en una realidad, ya que IBM presentó en el marco de la CES su primer producto de este tipo para uso comercial.

La IBM Q es una “supercomputadora” que podrá ser adquirida por empresas luego de pasar una serie de requisitos de uso, que serán evaluados por el fabricante. ¿El motivo?, el dispositivo no puede instalarse en cualquier sitio, ni puede ser manipulado por cualquier empleado.

Este desarrollo es importante ya que su poder de procesamiento es tal que puede solucionar problemas críticos en fracción de segundos.

“El uso de este equipo es relevante por el potencial de aplicaciones que se le puede dar, estamos hablando de sacar la ciencia detrás de este hacia los consumidores y por ello es que estamos lanzando este primer equipo, que no se trata de un prototipo, sino de un ecosistema nuevo donde se podrá explorar un gran número de desarrollo y soluciones para las empresas” aseguró Bob Suto, VP de la división de Estrategia e Innovación de IBM Q, en diálogo con el portal Expansión.

Al combinar la computación tradicional con la cuántica, es capaz de ofrecer 20 qubits que permiten utilizar el equipo para investigaciones o cálculos de alta complejidad.

Por otro lado, su particularidad también se da en el tamaño, ya que posee casi 3 metros de altura y está cubierto por un cristal que protege a la unidad de interferencias del ambiente exterior.

“Podemos empezar a utilizar este equipo en industrias como la química, la de concreto o la financiera, las cuales podrán desarrollar prototipos de producto o investigaciones de forma más rápida, ya que los cálculos lo podrá hacer de forma mucho más óptima” añadió el ejecutivo.

Los sistemas cuánticos representan una revolución para la computación, ya que, a diferencia de las computadoras tradicionales que usan código binario para almacenar información, se basan en qubits, que pueden utilizar varias posiciones en simultáneo.

El primer paso de IBM será alcanzar acuerdos de colaboración con universidades y empresas, lo que permitirá dar a conocer posibles usos para este concepto. El precio por ahora no ha sido revelado, pero seguramente sea lo suficientemente elevado como para que puedan acceder al producto solo empresas de gran tamaño.

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