La CES 2019 comenzó por todo lo alto, con las automotrices y la tecnología automotor como los principales exponentes de la feria. En este marco, Toyota presentó su sistema Guardián, una plataforma inteligente que busca evitar accidentes en la ruta.

El foco es que todo el mundo (inclusive la competencia) pueda adoptar esta herramienta de seguridad que toma el control del automóvil para esquivar un choque o cambiar la dirección del auto en caso de no respetar las reglas de tránsito.

Este sistema de conducción autónoma de emergencia comenzará a desplegarse a principios de 2020 y, según la firma, tiene el potencial de salvar muchas vidas. La firma destacó que todos los años mueren 1.3 millones de personas en accidentes.

“Tenemos la responsabilidad de compartir esto. Pensamos en lo que sería bueno para la sociedad y no lo mantendremos como propiedad exclusiva de nosotros, se lo ofreceremos de alguna manera a otros, ya sea mediante licencias o sistemas completos reales”, aseguró el director ejecutivo del Toyota Research Institute, Gill Pratt.

Con un mercado que crece a paso acelerado, Toyota podría encontrar una veta para explotar de su negocio, además de posicionarla como líder en materia de innovación, tecnología y seguridad.

Guardián no es un sistema completamente autónomo, sino que funciona como un asistente: "El humano sigue siendo el conductor principal", precisó Ryan Eustice, vicepresidente senior de conducción automatizada del Toyota Researh Institute y agregó que hay que "trabajar con el conductor y crear una burbuja a su alrededor de conciencia situacional de 360 grados".

Esta tecnología fue desarrollada por tres años y puede tomar control y guiar al vehículo fuera de peligro cuando detecte que el conductor no está en alerta: si se siente somnoliento, distraído o borracho, las cámaras y sensores lo detectarán y podrán evitar un siniestro.

Más allá de los beneficios de seguridad, las características de asistencia mejoran las habilidades del conductor humano para realizar maniobras más complicadas, como circular por una carretera de montaña sinuosa con curvas cerradas. "Esta amplificación del conductor humano realmente hace que el auto sea aún más divertido de manejar", finalizó Eustice.

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