La empresa Getac es el primer fabricante de tecnología Li-Fi, o internet de la luz en la Argentina. Esta tecnología pretende convertirse en la próxima tendencia (o alternativa) a partir de la velocidad que ofrece, en algunos casos, hasta 100 veces más rápida que la actual conectividad vía Wi-Fi. La compañía Getac anunció que ofrecerá la función LiFi integrada a una tableta UX10.

Otra forma de transmitir

La tecnología Li-Fi en vez de utilizar radiofrecuencia como el Wi-Fi, LTE, 4G y 5G utiliza luz para transmitir datos. Ambas redes pueden convivir de manera simultánea en el mismo espacio físico.

La tecnología Li-Fi en vez de utilizar radiofrecuencia como el Wi-Fi, LTE, 4G y 5G utiliza luz para transmitir datos

El diferencial de LiFi es la privacidad: la "luz" puede ser contenida en un espacio físico y es más seguro. Esta metodología es menos vulnerable a ataques cibernéticos y garantiza un seguimiento de los usuarios conectados. Los expertos esperan que esta tecnología impulse el desarrollo de la realidad aumentada y la realidad virtual.

"En Getac trabajamos con una amplia cartera de clientes de diversos sectores, muchos de los cuales tienen requerimientos y desafíos tecnológicos muy específicos", dijo Rick Hwang, presidente del grupo de negocios de soluciones robustas de Getac. La empresa ofrecerá el servicio al sector automotriz, energético y para la defensa y seguridad pública.

Cómo funciona la tecnología

Un grupo de científicos de Estonia pretende reemplazar la tecnología Wi-Fi mediante su par Li-Fi, y ya la empezaron a probar en oficinas y algunas industrias. En esas pruebas, los científicos consiguieron conexiones de hasta 1 Gbps, es decir, 100 veces más rápida que una de Wi-Fi promedio.  Esa velocidad, incluso, permite descargar una película en apenas segundos.

Algunas pruebas con internet de luz lograron conexiones 100 veces más rápidas que una de Wi-Fi promedio.

Para lograr el envío de información, la tecnología Li-Fi se basa en alterar la frecuencia de la luz visible entre los 400 y los 800 THz. Se usan bombillas LED que parpadean a tal velocidad que es imperceptible para el ojo humano, pero sí para un fotoreceptor que debe conectarse al dispositivo. Es el equivalente a conectar una antena WiFi a una computadora de escritorio, solo que en vez de interpretar la señal WiFi interpreta una bombilla encendida o apagada, unos y ceros.

A la luminaria se le coloca un codificador. La señal de Internet llega a dicho codificador y la bombilla se enciende o apaga para transmitir los datos. El fotorreceptor se coloca en una zona a la que llegue la luz, interpreta dichos datos y permite la conexión. También se ha probado con rayos infrarrojos, lo que permitió conseguir una velocidad de 42,8 Gbps de descarga, y en laboratorios se han conseguido 224 Gbps.

Sin embargo, tiene un impedimento sustancial que ubica a la tecnología un paso por debajo de una conexión Wi-Fi: la luz Li-Fi no puede atravesar paredes. Por tal motivo, su alcance resulta limitado, al menos hasta el momento. No obstante, al analizar un aspecto positivo, esa característica también es la que potencialmente protegería al Li-Fi de intromisiones externas, según reportó Infotechnology.

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