WeWork anunció este lunes que dejará de alquilar los espacios que tenía en Esmeralda 950 (Torre Bellini) y Blas Parera 51.  Asimismo, confirmó que entregará algunos pisos en la torre de Corrientes al 800.

"Este proceso de revisión es un procedimiento estándar en la industria de Real Estate y no compromete nuestro negocio en Buenos Aires. WeWork está evaluando constantemente sus operaciones y activos a nivel mundial, como parte del plan de la compañía para enfocarse en un crecimiento estratégico y rentable, y optimizar su cartera global, buscando siempre proporcionar la mejor calidad de servicio a sus miembros", señaló la compañía.

Al respecto, aclaró que la decisión no tiene que ver con la pandemia de Covid-19, ni con la situación del país. WeWork seguirá operando de forma reducida en el edificio de Corrientes al 800, en Libertador al 1000 (Vicente López), en Ingeniero Enrique Butty 275 y en Blas Parera 3551, que suman más de 34.000 metros cuadrados y disponen de una capacidad de 6000 miembros (clientes).

El negocio de WeWork, uno de los más golpeados por la crisis mundial

"Enfocaremos nuestros esfuerzos operativos en nuestras cuatro ubicaciones en Buenos Aires", indicó la compañía y aclaró que los clientes de los edificios en que no continuarán los contratos de alquiler han sido informados de esa decisión y se los reubicará en los otros espacios.

Un negocio que no reflota

WeWork, emblema del coworking, tuvo un 2019 para el olvido y este año tampoco lo está transitando en un lecho de rosas.

De hecho, el gigante japonés Softbank había invertido u$s2.000 millones para aumentar su participación en un negocio que prometía explotar. En las buenas épocas, su capitalización de mercado se había elevado hasta los u$s47.000 millones. Sólo le restaba salir a cotizar en Wall Street.

Pero varios escándalos y polémicas, que incluyeron el despido de su CEO y fundador, Adam Neumann, derivaron en que esa valoración se desplomara y que SoftBank debiera salir a su rescate. En este marco, se precipitó a menos de u$s8.000 millones.

El negocio de WeWork en Argentina, reducido

El teletrabajo obligado al que fueron sometidas empresas de todo el mundo no le facilitaron las cosas y el ahora unicornio "desplumado" debió desprenderse de activos estratégicos, como la escuela de código Flatiron School o la firma de software Teem.

También despidió más de 8.000 empleados, es decir, el 60% del total de su plantilla, para pasar a tener unos 5.600. Encima, no está pudiendo capitalizar el derrumbe del mercado de oficinas, que sólo en EE.UU. bajó casi 10% en cantidad de operaciones. 

En la Argentina, mientras tanto, se están renegociando los alquileres con quitas de entre 15 y 50 por ciento.

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