Cuando Satoshi Nakamoto inventó Bitcoin en 2009, se comenzó a imaginar las finanzas descentralizadas como una alternativa a la banca tradicional.

Un poco más de una década después, se puede ver que las tecnologías detrás de Bitcoin se pueden usar para crear una Internet completamente renovada, una que aproveche la capacidad de cómputo colectivo, datos y dispositivos para volverse mucho más poderosos y resistentes de lo que es hoy.

Internet ha democratizado el acceso a la información, creado oportunidades económicas ilimitadas y conectó a personas en todo el mundo.

En 1990, menos del 1% de la población mundial estaba on line. Treinta años después, ese número aumentó al 59% de la población mundial y está en constante crecimiento.

Incluso definido de manera restringida, Internet hoy contribuyó con el 10% de la economía de EE. UU. Sin duda, es una de las tecnologías más importantes jamás inventadas.

Pero este crecimiento hoy tiene un precio. Internet actualmente se parece menos a las visiones de sus inventores de una red de información democrática y descentralizada.

Hoy se asemeja más a un oligopolio controlado en gran parte por las empresas propietarias de los datos. Las plataformas Big Tech aprovechan las identidades digitales para sus modelos lucrativos comerciales basados ​​en publicidad, capturando un valor enorme a expensas de la privacidad de sus usuarios.

Por otro lado, la mayoría de los usuarios aceptan los costos de privacidad y oportunidad debido a la conveniencia y el valor que brindan estos servicios.

Inernet es una red de información democrática y descentralizada.

La Web 3.0

En unos años, todas las empresas deberán repensar sus modelos operativos para tratar a sus usuarios como socios cruciales desde el principio.

Las ventajas competitivas sostenidas de las empresas provendrán de la superioridad tecnológica y del producto, pero también de la lealtad y la confianza de los usuarios.

Para tener éxito, las empresas deberán avanzar hacia servicios más abiertos con abundantes oportunidades de captura de valor para los usuarios a lo largo del camino.

En los últimos años, visionarios de Internet como Tim Berners-Lee y decenas de recién llegados han estado explorando los méritos de una nueva Internet construida sobre algunas de estas ideas, así como los principios de privacidad y descentralización. Este movimiento tecnológico ahora se llama "Web 3.0".

En lugar de depender de intermediarios confiables para coordinar a los usuarios, los sistemas Web 3.0 utilizarán mecanismos como pruebas criptográficas e incentivos económicos para garantizar a los usuarios que el sistema está funcionando como se espera.

Como resultado, las redes Web 3.0 serán confiables, pero descentralizadas. Y como estos proyectos solo tienen éxito si sus usuarios cooperan, sus creadores tienen fuertes incentivos para alinearse con los mejores intereses de sus usuarios.

Estos proyectos solo tienen éxito si sus usuarios cooperan, sus creadores tienen fuertes incentivos para alinearse con los mejores intereses de sus usuarios.

El augurio

En los últimos años, hubo una explosión de aplicaciones Web 3.0. Estas van desde préstamos descentralizados y soluciones de pago móvil hasta servicios de codificación de video e intercambios publicitarios descentralizados.

Todos estos proyectos dependen de que muchas personas dediquen recursos colectivamente para crear diversos productos y servicios abiertos.

Y debido a que requieren la cooperación colectiva de los usuarios para tener éxito, estos proyectos lo convierten en un principio fundamental para proteger privacidad de los usuarios.

Si tienen éxito, este tipo de proyectos podrían allanar el camino para nuevos modelos comerciales de Internet que protejan a los usuarios individuales y permitan a los creadores capturar el valor de sus invenciones.

Estos sistemas Web 3.0, la nueva Internet, podrían cambiar los modelos comerciales basados ​​en la publicidad, hasta ahora uno de los modelos comerciales más exitosos de todos los tiempos.

Te puede interesar