Iván Amezcua, gerente comercial de Gtd Colombia, habló sobre nueve mitos alrededor de la transformación digital de las empresas, los procesos de digitalización e implementación de estrategias TI dentro de las mismas. 

La transformación digital (TD) es difícil de definir

La TD ayuda a las empresas a sobreponerse a grandes retos creados por la convergencia de los mundos físico, digital y humano. Es una estrategia amplia aplicable a todas las industrias y diseñada para resolver problemas de negocio (grandes y pequeños) y acceder a nuevas oportunidades a través del uso de la tecnología.

La tecnología es el elemento clave de la transformación digital

La transformación digital involucra tecnología, pero estas son herramientas o "palancas" para acceder a un objetivo mayor. La TD nace de la intención real y profunda de generar estrategias basadas en la identificación y generación de valor de negocio o valor comercial; y la implementación de una tecnología acompañada de iniciativas culturales, de procesos y centradas en los usuarios.

La transformación digital es clave en las empresas actuales

La transformación digital no tiene valor tangible

El ejercicio de la transformación digital debe impactar métricas reales: ingresos, costos, márgenes, interacción con el cliente, retención, LTV y, por consiguiente, impactar el negocio de manera positiva.

La transformación digital está dirigida y es propiedad del Chief Executive Officer (CEO)

No. Aunque el dueño del negocio o el CEO es el líder, este debe tener una visión clara de en qué quiere que se convierta su negocio al final de la transformación y ser capaz de articular todas las iniciativas en pro de ese objetivo. Es la persona con la visión de negocio más completa y la fundamental para liderar el cambio. No por esto debe ser esta persona el único proponente de digitalización, estos deben venir de manera vertical tanto de arriba para abajo como de abajo para arriba y los proyectos deben ser transversales.

Invertir en analítica o interacciones con el cliente es suficiente

Cuando se ha logrado definir e identificar cuál es el valor de los datos y qué tan valiosos son los procesos digitales, se deben proteger con todos los recursos que se tengan al alcance. Es en este momento cuando se debe invertir en la infraestructura de comunicaciones, TI y Centros de Datos que permitan proteger la generación de valor y garantizar la sostenibilidad del negocio a largo plazo.

Para ser exitoso, se debe hacerlo todo al mismo tiempo

En realidad, intentar hacer esta transformación tratando de implementar todo al mismo tiempo aumenta el riesgo de fallar. Se debe priorizar e ir primero por aquellos cambios que generan el impacto que se busca y resuelven los problemas que la compañía considera más relevantes de resolver.

La transformación digital debe ser planificada

La transformación digital es rápida

Va a ser un viaje largo y tortuoso. Se vivirán altos y bajos que van a generar muchas dudas y disrupciones en el camino. Se entrará en un proceso de aprendizaje, en donde cada nueva iniciativa de transformación impactará de manera transversal la compañía generando en su paso resistencias al cambio nunca experimentadas.

La transformación digital ampliará la desigualdad en los mercados desarrollados y en desarrollo

La habilidad que tiene la tecnología de sacar de la pobreza a regiones enteras o grupos socioeconómicos es enorme. Sin embargo, hay que tener en cuenta que toda revolución industrial sucede porque se generan eficiencias importantes en los sistemas de producción y en la manera en que hacemos las cosas. Sí, mucha fuerza laboral terminará siendo desplazada, pero con ello, crecientes oportunidades de desarrollo y nuevas oportunidades de evolución.

La transformación digital es opcional

En la transformación digital, y en especial en esta época de pandemia, las compañías deben evitar ser muy ambiciosas en cuanto a sus transiciones al mundo digital. La idea es intentar llevar los procesos de interacción con el cliente o entre empleados a plataformas digitales, que solucionen la problemática y funcionen como deben. Se debe evitar rediseñar completamente estas experiencias con interacciones que no sean familiares. Se trata de digitalizar y potenciar el valor ya existente.

Como conclusión, Amezcua resaltó que todas las empresas pueden hacer parte de la Cuarta revolución, sin importar el tamaño. Lo importante es reconocer cuáles son las tecnologías adecuadas para mejorar los procesos internos y externos, informó America-retail.

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