Tesla es una compañía que sin duda tomó por sorpresa a la industria automotriz, sino que dio vuelta el tablero e impuso su propio juego. No solo por su apuesta total por los vehículos eléctricos, que otras firmas apenas están explorando, sino que también por la visión de su fundador gracias a la cual hoy se le puede considerar como la empresa más importante del sector.
Tras haber superado en 2019 a los gigantes de Estados Unidos (GM, Ford y FCA), su país de origen, en cuanto a capitalización de mercado, la firma ahora logró imponer su dominio a escala mundial convirtiéndose en la fabricante de autos más valiosa a esa escala.
Para tener un buen reflejo de cómo se compara ahora con los otros fabricantes de autos, en el gráfico se destacan los datos de Yahoo Finance con respecto a la capitalización de mercado que tiene hasta el inicio de septiembre de este 2020.
Como se observa en la imagen de arriba, el valor de la marca llegó a los sorprendentes u$s 442.7 mil millones, cifra que supera con creces a las registradas por los competidores a escala global.
Por ejemplo, en el caso de Toyota, que ostentaba el título hasta hace poco, el valor de su capitalización de mercado llega a u$s 185.4 mil millones.
Por debajo de esa cifra se encuentra Volkswagen que a la fecha tiene un valor de u$s 86.3 mil millones, y a partir de ahí el valor en comparación con el de Tesla cae dramáticamente entre las distintas compañías, por ejemplo, en el caso de General Motors es prácticamente 10 veces mayor.
De acuerdo con Statista, en los últimos 12 meses el precio de las acciones de la compañía de Elon Musk se disparó un impresionante 950 por ciento, aspecto que está detrás de la valoración que ahora tiene.
Por otro lado, unos días atrás, la cotización de Tesla cayó estrepitosamente. La compañía fundada por Musk, que parecía imbatible sobre todo en esta crisis mundial debido a la pandemia por el covid19, se desplomó este martes un 21,06% en Wall Street y encendió las alarmas entre los inversores del fabricante del coche eléctrico.
Esta baja se llevó por delante alrededor de u$s 100.000 millones de capitalización, más de lo que vale cualquier empresa del Ibex, y el motivo no ha sido solo uno sino que se han juntado varios.
El primero, y más evidente, ha sido la no inclusión en el S&P 500. Pese a que la compañía alcanzó un gran tamaño debido al rally que ha experimentado durante los últimos años, la puerta para entrar a dicho 'club bursátil' se cerró y, en su lugar, entraron otros invitados de mucha menor capitalización.