Llegó de forma intempestiva cuando nadie lo esperaba. El anuncio de Alberto Fernandez y el decreto 690/20 para convertir en esenciales las prestaciones de Internet, telefonía fija y móvil, y de la televisión paga golpeó de lleno a las distintas empresas del sector.

"La declaración de los servicios de conectividad a Internet como servicio público esencial pone en riesgo de subsistencia a más de 1.200 pequeños y medianos actores del ecosistema de Internet, que son Pymes y cooperativas de capitales nacionales que brindan su prestación principalmente en pequeñas y medianas localidades del interior del país", aseguran desde la Cámara Argentina de Internet (CABASE).

Es que, a pesar de que la medida gana adeptos por el congelamiento de precios, fue duramente criticada por todo el sector telco. "Cambios unilaterales y sin consulta del marco jurídico en las telecomunicaciones generan gran incertidumbre", afirma a iProUP José Otero, Vicepresidente para América Latina y el Caribe de 5G Americas, entidad que engloba a las principales operadoras del continente.

Con el malestar a flor de piel, aparecen todo tipo de problemas: la continuidad de estos servicios en condiciones de calidad requiere de la permanente realización de inversiones -dolarizadas en más de 80%, según CABASE- en redes y equipos, que se solventan con capital propio, sin acceso a fuentes nacionales o internacionales de financiación y que se repagan a partir de los importes en pesos cobrados a usuarios.

Como si esto fuera poco, el decreto llega en un momento en el que la tecnología 5G avanza a paso firme en distintas partes del mundo, incluida América Latina. Y este reciente revés, a ojos de los players del sector, parece alejar de tierras albicelestes la llegada de la quinta generación de tecnologías móviles.

Cerca pero lejos

Pese a que el "congelamiento de precios" fue el argumento principal por parte del Ejecutivo nacional para avanzar con la iniciativa, desde esta rama de actividad aseguran que su impacto principal se verá en los fondos destinados al desarrollo de esta nueva red.

"Si le preguntás a los inversores sobre sus planes para la Argentina, te responden que la decisión unilateral del Gobierno es un movimiento muy malo y que, además, deja un antecedente", afirma a iProUP el experto en telecomunicaciones Enrique Carrier.

Al tiempo que en el país se debate el decreto, Uruguay, Brasil y hasta Surinam toman la delantera en el desarrollo regional del nuevo estándar. Como si esto fuese poco, Colombia y Chile también avanzan con sus respectivos planes para la implementación de esta tecnología.

"Uruguay ya ofrece comercialmente 5G con una red destinada para servicios fijos. Los planes de inversión y lanzamiento los diseñan los operadores según la evolución de sus estrategias de negocio para el mercado que atienden. Argentina, como la gran mayoría de los países de América Latina, no cuenta con un plan de gobierno dirigido a acelerar la llegada de 5G", asegura Otero.

En este sentido, el despliegue de una nueva tecnología depende de la estrategia competitiva de cada compañía, independientemente de si es pública (como Antel en Uruguay y Telesur en Surinam) o privada (Vivo en Brasil y TSTT en Trinidad & Tobago).

"En el resto de los países se mueven con normalidad. Firmás un contrato, ponés condiciones y obligaciones. Por el contrario, los cambios intempestivos quitan confianza cuando hablamos de inversiones de miles de millones de dólares. Son cifras muy importantes a largo plazo", asevera Carrier.

La seguridad jurídica juega un rol muy importante ya que se trata de fuertes inversiones a recuperar en el largo plazo

En efecto, la puesta en marcha del 5G exige desembolsos muy grandes, especialmente provenientes del sector corporativo. Según cifras de GSMA:

Otero afirma que las compañías ahora "pasaron a ser más cautas en su inversión" y más de una ha decidido posponer el lanzamiento de nuevas tecnologías o prestaciones. Destaca que para que tenga el desempeño prometido es necesario que la red utilice bandas bajas, medias y altas.

"Mirando exclusivamente el desarrollo de 5G, el DNU es cuanto menos inoportuno, ya que impacta negativamente de cara a las telcos que hoy no tienen un escenario claro a futuro sobre inversión. Para peor, comparativamente con países de la región, Argentina ya venía retrasada en la planificación y desarrollo de la tecnología", agrega a iProUP Ariel Graizer, presidente de CABASE.

Desde Huawei, una de las firmes candidatas para gestar la nueva red en Argentina, afirman que el desarrollo "es lejano". Juan Bonora, Director de Relaciones Públicas de la filial local del gigante chino, indica a iProUP: "Desde el punto de vista regulatorio, queda por definir qué bandas de frecuencias utilizarán, cuáles serán las contraprestaciones que se pedirán a los proveedores y desde cuándo, entre otros temas".

Beneficios

"Se ha estudiado y demostrado que en los países en los que existe inversión en conectividad, el PBI aumenta en mayor proporción respecto de los que no. Esto aplica para todo tipo de redes. Muchas aplicaciones como IoT, realidad virtual y aumentada, nube, Big Data, entre otras, se ven muy beneficiadas con el despliegue. Para algunos casos, el 5G es indispensable", afirma el vocero de Huawei.

Esto se traducirá en un nuevo ecosistema de servicios y dispositivos conectados que se comunicarán en tiempo real y a gran velocidad. Desde Huawei enumeran las 10 tendencias que definirán a las sociedades a mediano plazo y para las que 5G será crucial, por ejemplo:

La Internet de las Cosas en empresas y hogares será el gran propulsor del 5G

"Algo curioso que ha ido surgiendo con el nacimiento de las nuevas tecnologías es que su utilidad no está del todo resuelta o definida. En Corea del Sur, por ejemplo, el uso de la realidad virtual tuvo un desarrollo mayor al previsto gracias al 5G, y creemos que nuevas formas de aprovecharla seguirán surgiendo en el futuro", asegura el vocero de Huawei.

Con el 5G llamando a las puertas, hay una inversión prevista en la instalación de redes de nueva generación de u$s40.000 millones en América Latina por parte de las operadoras. Por eso, fuentes del sector aseguran que "es un hito sin precedentes", equiparable a la aparición del smartphone o del mismo Internet.

Asimismo, afirman que se tardará entre cinco y diez años en desplegarse, ya que la inversión que se requiere no va a poder ser capitalizada de la manera que hoy se están rentabilizando las actuales conexiones.

Con un país sufre el karma de la inestabilidad económica y un contexto de disputa entre el sector telco y el Gobierno, el desarrollo de las redes 5G en la Argentina aparece, por lo menos, bastante lejano.

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