En un momento de constantes cambios, Epicor pasó a manos de CD&R, luego de cuatro años de su adquisición por el fondo de capital riesgo estadounidense KKR.

Pero esta nueva adquisición parece ser una constante en la compañía. En una década, el fabricante de software empresarial Epicor ha cambiado de manos tres veces. La última ha sido anunciada hoy tras la adquisición por parte de CD&R a su antiguo propietario, la firma estadounidense de capital riesgo KKR.

El acuerdo

Las compañías han confirmado un acuerdo por u$s 4.700 millones, semanas después de que los rumores pusieran en el foco a la firma de capital privado Clayton Dubilier & Rice LLC como posible comprador.

Epicor, con sede en Austin, Texas, es un proveedor de software para empresas medianas en los sectores minorista, de distribución y de fabricación.

Epicor es un proveedor de software para empresas medianas en los sectores minorista, de distribución y de fabricación.

Esta es la segunda vez que KKR pone a Epicor a la venta. La primera vez fue justo hace un año, cuando la firma de capital riesgo tenía previsto recaudar 5.000 millones, deuda incluida, pero Epicor salió del mercado en el mes de octubre. KKR compró Epicor en 2016 por un precio estimado de 3.300 millones.

Con el acuerdo, que seguramente se cierre a final de año, según las compañías, el socio de CD&R, Jeff Hawn, pasará a formar parte de la junta directiva de Epicor.

Según Reuters, UBS Investment Bank actúa como asesor financiero y Debevoise & Plimpton LLP como asesor legal de CD&R. Mientras que Barclays actúa como asesor financiero principal de KKR. Simpson Thacher & Bartlett LLP es el asesor legal de KKR y Epicor.

Crisis en la Economía del Conocimiento

El tiempo corre y la economía no espera. Las empresas englobadas dentro de la llamada economía del conocimiento no solo tienen que hacerle frente a un panorama local de recesión y crisis, sino que además sumaron al combo una crisis sanitaria inédita en la historia por su alcance, como lo es el avance del COVID-19.

Para muchos jugadores del sector las exportaciones eran el salvavidas que les permitía mantenerse a flote en tiempos donde la recuperación económica ni siquiera aparece allá lejos, en el horizonte. Ahora, con un parate global que se ve potenciado por las medidas de aislamiento tomadas en decenas de países, el escenario se tornó todavía más oscuro.

 

En resumidas palabras, esta será la realidad a la que deberá salir a auxiliar rápidamente la nueva Ley de Economía del Conocimiento, cuya promulgación se esperaba para marzo, pero con la suspensión de las sesiones en el congreso se ha dilatado hasta mitad de año.

Las cifras del sector son elocuentes: según la Cámara de Empresas de Software y Servicios informáticos (CESSI), 88% de las compañías sienten el impacto de la caída de la actividad producto de la cuarentena. En el caso de las pequeñas y medianas, el número de damnificadas asciende al 91%, mientras que en aquellas que poseen menos de 50 empleados es del 73%.

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