Las funciones de manejo automático en la aviación comercial están disponibles cuando la aeronave alcanza la altitud de crucero, a unos 10.000 metros de altura.

No obstante, hasta el momento las maniobras de despegue y aterrizaje están bajo control de los pilotos en todo momento.

Sin embargo, eso pronto podría cambiar en un futuro con la próxima generación de aviones de Airbus con capacidad para realizar todas estas operaciones sin control humano.

¿Cómo sería?

Estas funciones autónomas fueron realizadas sin control de los pilotos en el proyecto Autonomous Taxi, Take-Off and Landing (ATTOL) que la firma aeroespacial europea puso a prueba durante dos años en cerca de 500 vuelos de prueba.

Gran parte de estos despegues y aterrizajes, unos 450, fueron utilizados para recopilar la información necesaria para desarrollar los algoritmos necesarios para el control automatizado de este tipo de maniobras, en base a una serie de cámaras externas.

Estas funciones autónomas fueron realizadas sin control de los pilotos en el proyecto Autonomous Taxi

Después de realizar diversas pruebas, Airbus completó el primer despegue y aterrizaje autónomo en enero pasado en el aeropuerto Toulouse-Blagnac con una aeronave de prueba.

De esta forma, Airbus logró recolectar la información suficiente para que el proyecto ATTOL pueda realizar cinco despegues y aterrizajes con un sistema de vuelo autónomo completo.

Las pruebas se realizaron con los modelos más modernos de la compañía, el A350-1000 XWB, y tuvieron su primer despegue y aterrizaje autónomo exitoso el pasado diciembre.

Después de estas pruebas, Airbus también logró que los sistemas lograran trasladar a los aviones durante la pista, pero en estas pruebas esta tarea estuvo a cargo de los pilotos.

La compañía ahora analiza el potencial de estas tecnologías para potenciar y mejorar las operaciones de la próxima generación de aeronaves.

Avión del futuro

Por otro lado, Airbus presentó a principio de año en Singapur a Maveric, su modelo de aeronave para validación y experimentación de controles innovadores robustos, diseñado para reducir las emisiones de carbono en un 20%.

Este nuevo modelo a escala, con dos metros de largo y dos de ancho, y con "cuerpo de ala mezclado" que ofrece una cabina versátil que derivan en una experiencia a bordo totalmente nueva, vio la luz en 2019 pero no voló hasta junio de 2019.

Desde entonces, la compañía ha estado realizando pruebas de vuelo para verificar su efectividad y las continuará haciendo hasta el final del segundo trimestre de este año.

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