Toyota es una de las empresas más conservadoras del mercado. Su cultura japonesa se imprime en cada una de las decisiones que toma, Tarda mucho en la evaluación, pero una vez que se valida avanza a paso firme.

Bajo esta filosofía, anunció que comenzará a producir un motor híbrido en Brasil, lo que significa que será la primera automotriz global en desarrollar propulsores con tecnologías alternativas en la región, ya que hasta ahora esos vehículos siempre se importaron de otros mercados.

En este caso puntual, se trata de un desarrollo que combinará un motor a batería con uno Flex. Es decir, propulsado por etanol, una opción que no se comercializa en la Argentina.

Sin embargo, este avance abre las puertas a la producción de los motores más tecnológicos en el Mercosur y sienta las bases del plan denominado Desafío Ambiental, el cual prevé que Toyota comercialice en todos los países donde opera una versión híbrida o eléctrica de cada uno de sus modelos vendidos.

Esta decisión también aplica para la Argentina y por eso el paso que hoy se da en Brasil también sucederá en el mercado local.

"El plan indica que dentro de seis años, cada modelo de nuestro line up en el país tendrá que tener una versión híbrida o eléctrica", explicaron desde Toyota Argentina.

¿Eso quiere decir que la Hilux y SW4 que se fabrican en Zárate tendrán que hacerlo con esa motorización antes de 2024?, fue la consulta de iProUP.

"Sí, desde ahora hasta 2025 se tiene que lanzar una Hilux y una SW4 con propulsión alternativa", confirmó la compañía.

La marca produce en su planta de Zárate, provincia de Buenos Aires, la pickup Hilux y el SUV grande SW4, que no sólo lideran sus categorías sino que además encabezan las exportaciones.

De esta manera, el cumplimiento del plan implica que estos modelos serán desarrollados en la Argentina con esta opción de motor híbrido, convirtiéndose en el primer caso del país.

El plan brasileño, paso a paso

La producción del motor híbrido en Brasil arrancará antes de finalizar 2019 y se instrumentará en un modelo que por ahora Toyota no confirmó, aunque muchos comentan que se trata del Prius.

En cuanto al desarrollo, es fruto del trabajo de los equipos de ingeniería de Toyota Motor Corporation en Japón y de la filial brasileña. Se orientó hacia la extracción del potencial máximo de cada solución: alta eficiencia, niveles de emisión muy bajos y capacidad de reabsorción del impacto de las emisiones de gas de carbono, cuando se utiliza como fuente de combustible energía 100% renovable.

 

"La historia de Toyota se caracteriza por enfrentar con gran fuerza los nuevos desafíos y su búsqueda incesante de soluciones tecnológicas e innovadoras", aseguró Steve St. Angelo, director ejecutivo de la compañía para América Latina y el Caribe.

"Así ocurrió con el lanzamiento del Prius en 1997 y así es ahora con la confirmación de la producción de este gran hito, no solo para Toyota Brasil, sino que para toda la industria nacional", completó el ejecutivo, quien también se desempeña como y presidente de las filiales de Brasil, la Argentina y Venezuela.

"Estoy muy orgulloso de nuestros ingenieros brasileños, quienes trabajaron junto con nuestro equipo en Japón para ofrecer esta tecnología en base a etanol para nuestros clientes del país vecino", señaló.

Los estudios realizados por Toyota Brasil señalan que el híbrido eléctrico flex tiene uno de los mayores potenciales de compensación y reabsorción de las emisiones de CO2 generadas desde el inicio del ciclo de uso del etanol extraído de la caña de azúcar, mediante la disponibilidad de bombas de combustible y su combustión.

Desde marzo de este año, la empresa ha realizado varios ensayos con un prototipo híbrido eléctrico flex en la nación carioca basado en la plataforma de un modelo Prius, actualmente el único híbrido eléctrico de Toyota vendido este territorio.

La idea fue testear en el terreno la durabilidad del auto en varios tipos de rutas, fundamentalmente para evaluar el desempeño de la planta motriz a combustión interna, cuando se alimenta con etanol.

Durante estos meses, se recopilaron una serie de datos relacionados con el rendimiento y el comportamiento del automóvil, que contribuyeron a la búsqueda del equilibrio ideal de todo el conjunto.

"Este es un trabajo que ha involucrado a muchos agentes, como el gobierno, entidades, proveedores, distribuidores y, por supuesto, nuestros empleados, que trabajan sin cesar bajo la filosofía de la mejora continua", indica Rafael Chang, presidente de Toyota Brasil a iProUP.

"Además, destaca a Brasil en el escenario mundial de alternativas a la movilidad eléctrica, como productor de uno de los coches más limpios del mundo, en línea con el Programa Rota 2030", completa el directivo.

De esta forma, la firma apuesta a la visión corporativa anunciada en 2015, que comprende seis desafíos de sostenibilidad. En especial, reducir los impactos negativos al medio ambiente causados al más cercano posible a cero.

El Desafío Ambiental Global 2050 tiene como objetivo neutralizar las emisiones de CO2 para mediados de siglo en vehículos nuevos, en los ciclos de vida de sus productos y unidades industriales de Toyota en todo el mundo.

Otras misiones consisten en bajar el consumo de agua, fomentar el reciclaje y establecer una sociedad que esté en armonía con la naturaleza.

En el caso de la Argentina, se deberán cumplir los mismos pasos, ya que la firma busca mejorar la sustentabilidad a nivel global.

La automotriz fue la primera en vender el Prius híbrido, mientras que hace pocas semanas también lanzó Lexus, su marca de lujo, con una versión de cada uno de sus modelos con esta motorización.

Toyota no es la única

La industria automotriz se acelera para los tiempos que corren. Ya no se trata de planes a futuro, sino que la innovación debe hacerse hoy. En esta transformación aparecen diferencias o rivalidades entre los principales jugadores del mercado.

"Queremos pasar de ser una compañía fabricante de autos a una compañía de servicios de movilidad", dijo Daniel Herrero, número uno de Toyota Argentina, la marca más exitosa del país. Así, de manera contundente, sentó su visión a largo plazo.

Más allá del camino elegido, coinciden en que el transporte debe ser más sustentable. Para lograrlo, los combustibles tradicionales deben desaparecer.

De hecho, algunas ya establecieron fechas concretas para el fin de la producción de vehículos a combustión para migrar definitivamente a los que se propulsan con nuevas tecnologías.

Entre las opciones se encuentran los híbridos, híbridos "enchufables", los que funcionan a hidrógeno y los eléctricos 100%. A continuación, un repaso de cada alternativa.

 

Eléctricos

Son aquellos autos 100% electrificados, la máxima innovación en materia de propulsion.

En estos casos, tanto el motor como el resto de los sistemas sólo usan electricidad, que se almacena en la batería para ser consumida durante su uso. Y se puede recargar en el transcurso de los trayectos con la aceleración y el frenado del auto.

Para cargarla por completo, debe recurrirse a estaciones de servicio con surtidores eléctricos (Axion Energy acaba de inaugurar el primero en la Argentina) o equipos hogareños.

Algunas marcas ofrecen un wallbox, una caja que se instala en las casas y es más rápida, mientras que existen cables de emergencia que permiten conectarlo a un enchufe convencional. Esto demanda más tiempo de carga (horas), pero es útil para salir de un apuro en cualquier lugar.

Actualmente, el tiempo promedio que se requiere para la recarga total es de ocho horas y la autonomía de los más avanzados llega a 400 km. No obstante, ya se está trabajando en proyectos que posibiliten alcanzar los 600 km.

Los híbridos

En esta categoría se agrupan los autos que tienen como motor principal uno a combustión. Es decir, un naftero tradicional, pero combinado con un sistema eléctrico que apoya al primero rebajando el consumo.

¿Cómo funciona? El combustible se quema y libera energía que sirve para mover las ruedas. Además, gracias a un generador de electricidad, el híbrido recarga parcialmente la batería gracias al trabajo del inversor, que está situado sobre la caja de cambios, en descensos o situaciones de retención o reducción de velocidades.

Esa energía se almacenará nuevamente para utilizarse en ciertos momentos, como el arranque del vehículo o la alimentación de los sistemas complementarios.

La autonomía puramente eléctrica de estos modelos por ahora es reducida, con un promedio de 30 km y una velocidad máxima que no supera los 50 km/h. Logran un consumo de combustible muy bajo: unos cinco litros cada 100 kilómetros en promedio.

Híbridos recargables o PHEV

Estos modelos integran un motor a combustión tradicional y uno eléctrico autorrecargable o de recarga externa adicional. Esto significa que pueden regenerar su energía como un híbrido y, además, conseguirla de tomas de la red eléctrica fija.

Otro dato es que disponen de una segunda batería, por lo que tienen un mayor volumen energético almacenado.

Por ende, disponen de más autonomía eléctrica y ofrecen recorrer un trayecto más amplio en modo EV, de alrededor de 50 o 60 km, además de alcanzar velocidades máximas de hasta 130 km/h en modo eléctrico.

A hidrógeno

A diferencia de un auto eléctrico, el de pila de combustible no se recarga mediante un enchufe. En su lugar, dispone de tanques de hidrógeno que mezclan dicho gas con oxígeno para generar la propulsión del vehículo.

Este proceso tiene lugar en la pila de combustible y genera energía eléctrica, además de agua. Mientras la electricidad resultante se almacena en las baterías para ir nutriendo el motor, el agua excedente, en forma de vapor, se expulsa.

Los autos de hidrógeno sólo emiten vapor de agua por el tubo de escape. La principal ventaja que señalan los fabricantes de estos modelos en comparación con los eléctricos es el tiempo para una recarga completa: aseguran que sólo requiere de cinco minutos.

Llenar el tanque de hidrógeno es una tarea parecida a ir a una estación de servicio: se hace a través de una manguera, que queda sellada al depósito mientras dura el proceso.

En cualquier caso, el camino está en marcha y el desembarco de las nuevas tecnologías ya es una realidad. Solo falta que más compañías se arriesguen a lanzar sus modelos sabiendo que serán una gran apuesta a futuro.

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