El 43% de los ejecutivos industriales considera que la variación de la demanda es el factor que afecta en mayor medida a la productividad de las empresas en la actualidad. 22% cree que el aspecto de mayor incidencia es el cumplimiento de protocolos, e igual porcentual opina que se trata del personal licenciado. Mientras que el 14% sostiene que el mayor impacto se da en relación a los proveedores críticos. Los indicadores surgen de una encuesta realizada en Linkedin por NUMAN – Headhunter Industrial, entre 288 mandos medios y altos del sector industrial.

Los cuatro factores analizados en la medición fueron identificados como aspectos críticos para la productividad industrial por parte de líderes de grandes empresas radicadas en Argentina, en el marco de cuatro encuentros virtuales y seis webinarios organizados por NUMAN entre los meses de abril y julio 2020.

Los empresarios, preocupados

Los factores a tener en cuenta

Entre las principales conclusiones se encuentran las siguientes:

1) Variación de la demanda. Previo a la cuarentena se produjo un pico de demanda muy alto, que en algunos casos luego se invirtió frente a una gran cantidad de comercios y puntos de venta cerrados, y una menor circulación de gente. Los altos niveles de volatilidad se vienen replicando a lo largo de las nueve fases de la cuarentena en un contexto de mucha incertidumbre. 

Entre las empresas consideradas esenciales desde el comienzo del aislamiento social, muchas compañías alimenticias y fabricantes de productos de higiene señalan que los altos niveles de demanda se sostienen, y que no dan abasto para cubrir determinados productos. Se coincidió en que la demanda presenta comportamientos muy variados, imprevisibles y difíciles de forcastear

En particular, las industrias alimenticias manifiestan que debieron "prepararse para una guerra", ya que desde comienzos de marzo vienen trabajando con mucha intensidad frente a una demanda que se sigue profundizando y que ha producido niveles de pedidos y de ventas históricos. 

Todas las empresas que producen en segmentos multicategoría con distintos canales de ventas, tienen categorías que se dispararon (130-150% o más), otras que se frenaron o cayeron (en un 50%) y otras que resisten. Aún dentro de cada una de las categorías que mantienen la demanda total, existe un desvío fuerte cada mes en función de los diversos canales (mayorista, supermercados, etc). 

Muchas compañías consideraron que la mayor parte de la venta estaría concentrada en algunos productos, y realizaron segmentación de portafolios para protegerlos desde los niveles de inventario y garantizar su demanda. Esto llevó a dejar de producir algunos bienes, sabiendo que no tienen tanta incidencia en la venta y poseen alto riesgo de vencimiento de mercadería. 

La premisa es ser muy certeros con lo que se produce y los niveles de inventario. Otras compañías no redujeron sus portafolios y en relación a productos en los que vieron una demanda que no los estaba acompañando, decidieron reasignar el ausentismo, reacomodando los equipos para que el personal pueda concentrarse en los productos que tienen demanda sostenida y creciente.

Otros sectores, como el automotriz, se preocupan por la caída de los volúmenes y el impacto que esto tendrá sobre las dotaciones. A medida que avance el tiempo en esas condiciones, va a llegar un momento en que el déficit de caja generado por tener más gente de la necesaria se tornará exponencial.

2) Cumplimiento de protocolos. Las medidas preventivas permiten preservar la seguridad de los empleados y evitar contagios, pero al mismo tiempo afectan la operatoria de las industriales. La necesidad de garantizar el distanciamiento social ha llevado a reacondicionar los espacios de trabajo, a reformular estructuras laborales, a segregar turnos y equipos, y –en definitiva- a reducir la cantidad de personal en planta, afectando la productividad. 

3) Personal licenciado. Hay empresas que duplican el presentismo para el personal bajo convenio que está yendo a trabajar durante la cuarentena, teniendo en cuenta que hay trabajadores que no desarrollan actividades presencialmente por pertenecer a grupos de riesgo y cobran el 100% de su salario. De esta manera se busca diluir potenciales malestares a través de un reconocimiento al esfuerzo y el compromiso.

A partir del licenciamiento a trabajadores pertenecientes a grupos de riesgo, y el confinamiento obligatorio que deben guardar los equipos en los cuales se produzca algún positivo de coronavirus, algunos empleados tuvieron que reconvertirse. Se incorporaron tareas en funciones que no tenían, teniendo que negociar con los sindicatos respecto de empleados bajo convenio. 

En este marco se destacó que el signo de estos tiempos es la flexibilidad:

4) Proveedores críticos. A las industrias les preocupa que toda su cadena de proveedores esté en condición de solventar elevados costos que está produciendo la pandemia frente a la disminución de ingresos, ya que no sirve que una empresa y sus clientes puedan avanzar si cualquiera de los proveedores se cae.

Se está trabajando muy fuertemente con toda la cadena de proveedores para bajarles los protocolos, e ir monitoreando de cerca cómo los van a implementar, con quien lo van a implementar, y si tienen o no los recursos para hacerlo. 

En tanto, surge la necesidad de tener un plan B para los proveedores críticos, ante el riesgo de que alguno de ellos tenga algún infectado y esa situación lleve a quedarse sin materia prima.

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