Fiat está probando una tecnología que supondrá que sus modelos híbridos enchufables activen automáticamente al modo eléctrico cuando entren en los centros urbanos.

El sistema utiliza sensores que permiten que el vehículo reconozca cuándo entra en una zona específica. En ese momento apaga el motor de combustión y pone a funcionar el sistema eléctrico. 

Una medida con la que desde la marca italiana esperan que además de reducir las emisiones en las ciudades, busca también evitar que los híbridos enchufables sean rechazados en algunas ciudades que temen que el uso sea solo en modo gasolina, y que además este tipo de vehículos puedan beneficiarse de los privilegios como el aparcamiento preferente o el no tener que pagar de las zonas reguladas.

Apuesta sustentable

Con este movimiento Fiat busca también proteger la fuerte inversión que está realizando en la tecnología híbrida, que junto con los eléctricos se espera cuentan con 30 propuestas diferentes para 2022.

Fiat no es el primer fabricante en probar este enfoque. BMW también consideró un modo solo eléctrico para sus híbridos. Eso incluyó un recordatorio al smartphone del conductor para apagar el motor de combustión cuando el vehículo entraba en una determinada zona.

En estos momentos el fabricante italiano está probando su sistema en Turín. De momento, Fiat está probando los sensores en el nuevo Jeep Renegade 4xe . Una tecnología que desde la marca podría extenderse a otros modelos híbridos a partir del próximo año y que una vez que se completen las pruebas, esperan poder ofrecer el sistema en otras ciudades dentro y fuera de Italia.

Una tendencia que crece

La pandemia debe ser un punto de inflexión en la apuesta por el coche eléctrico. Es lo que cree la Comisión Europea, que ya prepara su ambicioso plan ecológico con el objetivo de eliminar completamente las emisiones de gases de efecto invernadero para 2050. Entre las medidas de este 'European Green Deal' se encuentra un importante estímulo al coche eléctrico: eliminar el IVA en la compra de vehículos no contaminantes.

En Europa ya existen distintos incentivos para la compra de vehículos eléctricos, pero estos varían de país a país. Este nuevo plan ecológico va dirigido para establecer unos parámetros mínimos hacia esta transición. Os explicamos qué sabemos de esta exención del IVA para los coches eléctricos, cuál es la posición de España en esta dirección y cómo quedaría el mercado en caso de aplicarse.

Europa baraja quitar el IVA a los coches eléctricos

"La UE está considerando incentivos para que los fabricantes de coches produzcan y vendan automóviles limpios e inversiones en infraestructura de carga para vehículos eléctricos", explica un documento interno de la Comisión Europea. "El apoyo masivo a la industria automotriz pondrá una deuda significativa en las generaciones futuras. Ese apoyo debe respetar las expectativas de nuestros jóvenes sobre el cambio climático y un futuro más saludable y limpio", prosigue.

Para los próximos dos años, la Comisión prepara un plan de ayudas de 20.000 millones de euros en intentar reducir la emisión de CO2. Para el futuro, se plantea un plan de inversión en vehículos limpios dotado de entre 40.000 y 60.000 millones de euros. Además de estas ayudas, la Comisión creará una exención del IVA para los coches de cero emisiones.

La posibilidad de eliminar el IVA no es nueva. En Noruega la compra de vehículos eléctricos tiene menos carga fiscal y desde otros países de la Unión Europea ya se ha planteado esta opción en el pasado. El último en hacerlo ha sido Bruno Le Maire, ministro de Economía francés, quien en una reciente entrevista defendía los "incentivos a la compra de vehículos limpios".

Mapa de los incentivos actuales al coche eléctrico. Fuente: Wallbox

Esta exención del IVA podría llegar a suponer una importante rebaja en el coste de los vehículos eléctricos, pues actualmente el porcentaje medio del IVA en la Unión Europea es del 20%, llegando hasta el 27% en algunos países como Hungría.

En 2017, la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) solicitaba a la Unión Europea un IVA reducido del 10% para los coches eléctricos. Una rebaja que desde las instituciones europeas vieron con buenos ojos y estaba dispuesta a cumplir, pero no se llegó a materializar.

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