Algunas aplicaciones de teléfonos inteligentes pueden recibir datos en la ubicación precisa de un usuario más de 14,000 veces al día. Los datos surgen de una investigación realizada por The New York Times, publicada esta semana.

Aunque cada teléfono rastreado se identifica con una ID única en lugar del nombre o el número de teléfono de una persona, los millones de puntos de ubicación recopilados por las aplicaciones tiene una precisión con un margen de error de “apenas unos metros” y pueden revelar los movimientos diarios de un usuarios "con un detalle sorprendente", aseguró el artículo.

Utilizando una base que rastrea los datos de ubicación de más de 1 millón de teléfonos en el área de Nueva York, el diario pudo identificar a una persona cuya ubicación estaba siendo recabada por diversas compañías a través de sus aplicaciones para teléfonos inteligentes.

"The Times descubrió que al menos 75 compañías reciben datos de ubicación precisos y anónimos de aplicaciones (...). Muchos de esas plataformas afirman rastrear hasta 200 millones de dispositivos móviles en los Estados Unidos, aproximadamente la mitad de los que estaban en uso el año pasado”, añadió la investigación.

"Aquellos que tienen acceso a los datos sin procesar, incluidos los empleados o los clientes de estas app, incluso podrían identificar a una persona sin su consentimiento. En este sentido, podrían seguir a alguien que conocieran, señalando un teléfono que regularmente pasa tiempo en la dirección de la casa de esa persona. O, trabajando a la inversa, podrían adjuntar un nombre a un punto anónimo, viendo dónde pasa las noches el dispositivo y utilizando registros públicos para averiguar quién vive allí ".

Las aplicaciones a menudo les piden a los usuarios de teléfonos inteligentes que habiliten los servicios de seguimiento de ubicación para una mejor funcionalidad, como aquellas que brindan navegación por GPS, información del clima o recomendaciones basadas en geolocalización.

Según el NYT, las políticas de privacidad muchas veces son "incompletas o engañosas" y aún así, los usuarios no piensan dos veces al aceptar las condiciones. Peor aún, la publicación agregó que las compañías podrían usar estos permisos para vender los datos de ubicación.

"Estas compañías venden, usan o analizan los datos para atender a anunciantes, puntos de venta minoristas e, incluso, fondos de cobertura que buscan información sobre el comportamiento del consumidor".

La buena noticia es que los usuarios todavía tienen control sobre estas prácticas. Se puede ajustar la configuración de cada aplicación de forma individual para evitar que se rastree la ubicación del teléfono. Si bien en algunas apps esto puede significar que no funcionen (por ejemplo, el caso de Uber), tener un mayor control sobre lo que se comparte o no sigue siendo la mejor práctica posible para evitar la manipulación ajena de datos sensibles.

Te puede interesar