Hace medio siglo, en 1968, Douglas Engelbart lideraba uno de los punto de inflexión en la historia de la computación.

Durante una conferencia de computación en San Francisco, el ingeniero presentó “la madre de todas las demos”. En esta presentación, Engelbart mostró algunos de los avances que cambiarían el mundo que, en aquel entonces, eran impensados: videollamadas, una moderna interfaz de escritorio, herramientas de procesamiento de hipertexto, el mouse, textos colaborativos, entre muchos otros avances.

Inclusive, antes de esta famosa presentación, el ingeniero e investigador ya había dado su visión del futuro en un paper de 1962, donde revelaba algunas de sus visionarias ideas, herramientas y funciones que se fueron materializando con el paso de los años.

Durante los 90 minutos de presentación, una de las frases destacadas de Engelbart fue la siguiente: “en las oficinas, todos los trabajadores intelectuales tendrán sus propias computadoras personales y respaldará sus datos en otras computadoras que están todo el día trabajando, con respuesta inmediata”. ¿Acaso una premonición sobre la nube?

Douglas Engelbart falleció en 2013, aunque fue fuente de inspiración para los grandes investigadores y tecnólogos de nuestra era.

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