El mercado de oficinas enfrenta nuevas necesidades y demandas a partir de la pandemia de coronavirus por las nuevas normas sanitarias que regularán a los espacios y por la mayor tendencia al teletrabajo, de acuerdo con distintos especialistas consultados por Télam.

"El mercado de oficinas sin dudas sufrirá modificaciones. En principio probablemente estará dado por la mayor flexibilidad por parte de las empresas en la posibilidad de home-office para aquellos rubros que lo permitan, lo cual hará que la demanda caiga un poco", dijo a Télam Alejandro Mazzei, presidente de Mazzei Propiedades.

Señaló que "en cuanto a los diseños y construcción, ya se venía dando en algunas industrias (especialmente las orientadas a tecnología o creatividad) la propuesta de espacios más abiertos, sin tanta oficinas individuales o cubículos, sino más bien una tendencia de coworking en donde los escritorios comunitarios y espacios comunes son para todos por igual, quizás unas pocas oficinas para generar reuniones privadas".

"Sin dudas la situación que estamos viviendo acelerará este proceso sumando a esto espacios más abiertos y con mayores ventilaciones, claro que el factor limpieza y protocolos de ingreso a ellas será importante también", analizó.

La situación

Por su parte, el desarrollador Gustavo Ortolá dijo a Télam que "en la Ciudad de Buenos AIres ya se empezó a estudiar el diseño de los espacios, el espacio público. Eso va a impactar en las oficinas, va a haber obviamente ajustes en los formatos, hay que estudiarlo".

En tanto, el presidente de la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU), Damián Tabakman, señaló que "las oficinas es un gran tema, es seguro que algo va a cambiar fuerte, las empresas ya se ve que lo están pensando".

"El alquiler de una oficina cuesta 30 dólares el metro cuadrado, más 20 dólares de expensas y un trabajador requiere 10 metros cuadrados. Son 500 dólares por mes por tener un espacio para un empleado en Catalinas, que bien podría trabajar desde su casa. Veo tendencia fuerte de que las empresas les terminen imponiendo a sus empleados que trabajen en sus casas", dijo a Télam.

Por su parte, Alex Sakkal, cofundador y director comercial de Nómada, la desarrolladora inmobiliaria orientada a la conceptualización, construcción y gerenciamiento de edificios corporativos, sostuvo que "nuestros inquilinos, aunque cautos y atentos a las medidas de prevención que tomamos, están ansiosos por regresar a sus oficinas".

 

"Más allá de contar con las herramientas tecnológicas para mantener un esquema de teletrabajo, nos manifiestan que necesitan del relacionamiento entre colegas como punto esencial para la innovación y el fomento de las relaciones interpersonales que allí se desarrollan", explicó.

"Estamos implementando demarcados visuales de distanciamiento, controles en las circulaciones verticales, estaciones de sanitización en áreas comunes y cámaras de detección de temperatura corporal en los halls", detalló Andrés Neumann, co fundador y CEO de Nómada.

Lo que viene

En este contexto, Cushman & Wakefield, empresa global de servicios inmobiliarios corporativos, preparó una guía para reabrir las oficinas y lugares de trabajo teniendo en cuenta las experiencias de distintos países donde ya se han implementado estas prácticas, con el objetivo de crear un espacio de trabajo seguro y saludable.

Sugiere un plan de "dos metros de distancia en la oficina", que incluye desde señalética en los ascensores, pasillos, salas de reuniones con marcas para guiar la circulación, hasta áreas libres rodeando cada estación de trabajo, y el uso de materiales descartables y/o reciclables para arriba de los escritorios.

 

De acuerdo con un informe de la empresa de asesoramiento inmobiliario comercial Newmark Knight Frank, "la flexibilidad en el ámbito de trabajo es cada vez más el driver que moviliza un nuevo proyecto de oficinas. En contextos como el actual, con coyunturas locales y factores que afectan la realidad global, la capacidad de adaptación tanto de los espacio como de las organizaciones pasa a ocupar un lugar primordial".

"La actual crisis que atraviesa no sólo la Argentina sino el mundo entero enfrenta a las empresas a repensar sus estructuras y su capacidad de adaptarse a nuevos escenarios que se imponen abruptamente. Nos encontramos frente a un nuevo paradigma que nos plantea desafíos hasta ahora inéditos y que modificarán la forma de trabajar como la conocíamos hasta ahora, con el consiguiente impacto en el mercado inmobiliario", concluyó el informe.

El trabajo post-aislamiento

Ya nadie lo duda: la pandemia generada por el covid-19 establecerá un antes y un después en cada rincón de la cotidianidad, generando nuevos hábitos y costumbres. Así lo aseguran expertos en epidemiología, quienes coinciden en que los cambios se darán en diferentes escalas: así como no será oportuno saludar con un beso o darse la mano al encontrarse con alguien, tampoco se podrá estar en ambientes pequeños con gente muy cerca.

Estas nuevas modalidades, que se irán estableciendo en cada ámbito de la vida social, impactarán con fuerza en los espacios de trabajo. En Argentina, muchas empresas ya se están ocupando del tema y las consultoras especializadas en asesorar a los clientes de grandes edificios tienen listos los protocolos según diferentes rubros de actividad.

"En todo el mundo ya se piensa en cómo organizar la vuelta al trabajo. Esto requiere de más tecnología, adecuación de espacios, reubicación de escritorios, menos personas por metro cuadrado y más distancia en los sectores compartidos", comenta a iProUP Hernán Castro, broker de la consultora de real estate Cushman.

En el mismo sentido, Gabriel Caruso, director de Project Management Workplace Solutions de Colliers, señala a a iProUP: "No hay un manual para el día después, pero sí existen las mejores prácticas y experiencias para generar una vuelta segura, y ya se está trabajando en eso". 

Mientras la mayoría de las compañías busca asesorarse con consultoras especializadas, otras firmas y complejos de oficinas diseñaron sus propios planes de acción. Alejandro Ginevra, presidente de GNV Group y World Trade Center Buenos Aires, confía a iProUP que elaboraron un protocolo que se aplicará tanto internamente en el holding como en las cuatro torres de oficinas World Trade Center Buenos Aires.

 

"Dentro de nuestros edificios trabajan más de 5.000 personas en más de 50 empresas. Por eso, creemos indispensable implementar medidas colectivas que resguarden la salud de los miembros de la comunidad WTC", adelanta. Lo que está claro es que el regreso no será sencillo, y la innovación será un aliado para asegurar el distanciamiento y evitar que todos tengan contacto con las mismas superficies. 

"Se viene por delante una fuerte inversión en tecnología: cámaras infrarrojas que midan la temperatura, sensores que funcionen por movimiento ubicados en las aperturas de las puertas o en los ascensores, indicadores de espacios completos -como en los estacionamientos de los shoppings- entre muchos otros dispositivos", comentan los expertos consultados por iProUP.

Además anticipan que habrá sistemas que quedarán en desuso. "No se podrán usas los registros para ingresar marcando la huella dactilar o, si lo hacen, deben tener desinfectantes cerca para que la gente se limpie", agregan.

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