Ya se le veía en fiestas con celebridades, o en partidos de baloncesto con Yao Ming. Se graduó de la prestigiosa Escuela de Finanzas Wharton y viajaba solo para practicar snowboard en Japón, parasailing en Tailandia o para nadar con delfines en Bahamas. Ahora, este afortunado hongkonés de 24 años acaba de entrar en la lista de los más ricos del mundo gracias a un regalo de sus padres.

Eric Tse se convirtió en multimillonario al heredar una quinta parte de las acciones de Sino Biopharmaceutical Limited, la compañía farmacéutica que posee su familia. A través de un comunicado público, Tse Ping y Cheng Cheung Ling anunciaron "el regalo" para su hijo, que equivale nada más y nada menos que a 3,880 millones de dólares.

Pero el dinero y el lujo no son novedad en la vida de este heredero.

La historia de Tse

Eric es muy activo en Instagram, donde comparte con sus más de 14,000 seguidores sus exóticos viajes, encuentros con celebrities del nivel de Rihanna, Bella Hadid, Lily Aldridge, o con personajes de élite como la princesa Charlene de Mónaco y la ex primera dama francesa Carla Bruni.

Tampoco pasan desapercibidos sus estrechos vínculos con los políticos de China, probablemente porque su padre fue miembro del comité de la Conferencia Política Consultiva del Pueblo Chino (CPPCC), el principal órgano asesor político del país.

Eric nació en Seattle, cursó la primaria en Beijing y la secundaria en Hong Kong. Después obtuvo un título en Finanzas en la Escuela Wharton de la Universidad de Pennsylvania y seguidamente realizó una Maestría en Administración y Liderazgo global con la beca Schwarzman en la Universidad Tsinghua de Beijing.

Mientras estudiaba en Wharton, co-creó la Fundación China Summit, una organización caritativa que apoya a iniciativas educativas y culturales.

Su futuro

Junto con las acciones que sus padres le legaron "para refinar la administración y la herencia de la riqueza familiar", el joven también obtuvo el puesto de Director Ejecutivo de Sino Biopharmaceutical Limited.

Eric es el último miembro del floreciente club multimillonario de Asia. Sin embargo, según el comunicado, tratará de mantener un perfil bajo; tanto que en principio pidió que se le atribuya su fortuna a la familia Tse, para así evitar ser incluido en rankings de riqueza global.

CNN destaca y recuerda que fueron los jóvenes ricos de China quienes el año pasado comenzaron con el desafío viral de "alardear de su riqueza". El reto #FallingStars consistía en fotografiarse fingiendo haberse tropezado y extendiendo lujosas pertenencias como "si de casualidad" hubiesen caído.

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