La aparición de nuevas plataformas digitales ocasionó una revolución en el mercado laboral. Primero fue la llegada de Uber, que enfrentó no solo al gremio de los taxistas, sino al mismísimo gobierno porteño. Luego aparecieron las apps de delivery como nuevos jugadores de este mercado 4.0.

Con PedidosYa como único exponente y dominador del segmento, la irrupción de Rappi y Glovo sacudió a varias ciudades del país. Bajo la promesa de "ser sus propios jefes", estas plataformas no estuvieron exentas de polémicas: ¿son trabajadores precarizados? ¿cuál es el respaldo de la empresa a los repartidores?

Rappi aterrizó en febrero en la Argentina y, desde entonces, registró un crecimiento superior al 30% mensual según datos de la propia compañía.

"Fue por lejos el país en el que más éxito tuvo entre los que se lanzó, ya que llegó para dar una solución al modelo de delivery que existía hasta ese momento", explica a iProuP Matías Casoy, gerente general de Rappi Argentina.

Con los desafíos que implica instalarse en un mercado como el argentino, el ejecutivo destaca la labor de la firma para sólo en nueve meses cubrir cuatro ciudades importantes: Buenos Aires, Córdoba, Rosario y La Plata.

Con una inversión superior a los u$s7 millones y más de 150 empleados ­­–no "rappitenderos", como se denominan a los repartidores, sino empleados directos–, la compañía apunta a cerrar el año con más de 600.000 usuarios activos.

"La Argentina es un mercado clave para operar debido a su tamaño y a que tiene la cultura del delivery muy inserta en su ADN. Además, resulta desafiante, ya que cuenta con distintas vicisitudes y un contexto económico cambiante", agrega Casoy.

En este sentido, destaca que Rappi llegó para dar "un paso adelante" en lo que respecta a su servicio, como "la revolución del delivery on demand".

"Es una app que conecta oportunidades de consumo en todo momento, durante todo el día, llevándote lo que quieras donde sea que estés", completa el ejecutivo.

Como parte de su plan de expansión, la firma tiene intenciones de comenzar con sus operaciones en diferentes ciudades, como Mar del Plata, además de expandirse hacia otras provincias, como Mendoza.

"Planeamos continuar profundizando nuestra apuesta por la Argentina mediante nuevas oportunidades de inversiones y crecimiento", apunta Casoy.

Polémica de por medio

"Fuimos convocados a participar de las plataformas con consignas como 'sé tu propio jefe'. Rápidamente comenzamos a darnos cuenta que las aplicaciones funcionaban gracias a nosotros y no podíamos decidir nada", explicó en su presentación formal la Asociación de Personal de Plataformas (APP), primer sindicato que nuclea a los trabajadores de estas nuevas startups digitales.

"Lo mismo le sucedía a los de Glovo, a los de Uber, a todos los que trabajan para una plataforma", completó.

Los reclamos de esta agrupación sonaron fuerte en la Argentina, especialmente por el peso histórico del sector gremial. Hasta Héctor Daer, triunviro de la CGT; y el líder de la CTA, Hugo Yasky, se reunieron con representantes de APP y se comprometieron a brindar su apoyo.

El Gobierno está trabajando en conjunto con las empresas para lograr una regulación que proteja a los repartidores, pero que a la vez no disminuya la generación de empleo.

Mientras tanto, las personas que encuentran en esta plataforma una salida laboral carecen de ciertos derechos laborales como la cobertura de una aseguradora de riesgos de trabajo, obra social y aportes jubilatorios.

A modo de defensa, la empresa asegura que su función es de "puente o facilitador" entre los comercios, el repartidor y el cliente, con el eje puesto en la economía colaborativa

"El rol de Rappi es conectar un consumidor que tiene una necesidad, con un domiciliario dispuesto a prestarle un servicio para suplirla", argumenta Casoy.

Además, reforzó el compromiso de la compañía a trabajar junto con las autoridades competentes para desarrollar un marco normativo que se adapte al nuevo paradigma y desafíos de la economía colaborativa y digital 4.0.

En rigor, el negocio alrededor de la nueva propuesta consiste en cobrar una comisión por cada compra. Pero su modelo de negocios contempla la diversificación de los ingresos, que en la actualidad provienen de su servicio de entregas.

Modelo fintech

En sintonía con la aparición de las fintechs y las nuevas alternativas de pago tanto en la Argentina como en la región, la startup colombiana apunta a este sector para diversificar su negocio. Además, posee expertise y know-how en medios de pago, centrales para su servicio.

Por eso, la llegada de RappiPay a la Argentina en diciembre es un movimiento natural. Sin embargo, se enfrenta a gigantes del sector, como MercadoPago (quien ostenta más de 200.000 locales adheridos); Todo Pago, de Prisma, emisor de Visa en la Argentina; y de ValePEI, de Red Link, empresa de tecnología que maneja la red de cajeros de los bancos públicos.

"Esto no cambia el modelo de Rappi, sino que estamos explorando nuevas formas de darle valor agregado a los usuarios", explicó a iProUP Natalia Russo, Strategic Partnerships & Communications Leader de Rappi Argentina, quien confirmó que la funcionalidad es "la gran apuesta para 2019".

Este nuevo producto, que ya está disponible en México, Colombia y Brasil, no funciona como una plataforma independiente, sino que se integra directamente en la aplicación. Permitirá cargar "créditos" con métodos tradicionales –tarjetas de débito y herramientas de terceros– para luego realizar las compras.

Como estrategia, la empresa lanzará bonificaciones, a través de las cuales entregarán "regalos" en los comercios cuando se realice una operación.

Además, la vocera añadió que utilizarán la estrategia de "cashback": los usuarios recibirán créditos por sus compras que podrán utilizarlos a la hora de solicitar un delivery y en los puntos físicos adheridos.

"Creemos que va a tener gran índice de aceptación, sobre todo por la cantidad de tiendas que ya prospectamos y concretamos en esta etapa. Del lado de los usuarios no tenemos dudas de que será un éxito. Los pagos digitales con QR son una solución que está pidiendo el mercado desde hace mucho", sumó Casoy, gerente de la filial argentina.

Por último, el ejecutivo confía en el ecosistema ya desarrollado en el país: "Creemos que hay un gran trabajo hecho y mucho por avanzar. A través de RappiPay, confiamos en aportar una solución de calidad que sea confiable para usuarios y comercios".

"La Argentina y toda Latinoamérica viven hoy una era de pagos en la que sus necesidades financieras se potencian con la tecnología. Por ello es que introducimos RappiPay en nuestra plataforma, con la intención de que nuestros usuarios encuentren todo lo necesario para aprovechar el tiempo con una experiencia sobresaliente y les faciliten sus transacciones", explica Natalia Russo, Líder de RappiPay en Argentina.

Con un roadmap bien delineado para el próximo año, la aplicación de repartos ­­–y ahora método de pago– pisa fuerte en la Argentina para ser algo más que el nuevo rey del delivery.

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