El control de movimientos se mantiene en los despachos oficiales como uno de los puntos importantes para contener la expansión del coronavirus durante esta etapa de aislamiento social obligatorio. Y si bien el flujo de circulación de tránsito puede dar la imagen de una relajación colectiva en el respeto a la medida de prevención sanitaria, los agentes de la Policía de la Ciudad podrán ahora chequear en sus celulares la información aportada por los automovilistas. Con esos teléfonos oficiales los uniformados accederán a la base de datos de permisos otorgados para saber si la persona controlada tiene una autorización para estar fuera de su hogar.

Ese acceso inmediato al registro de permiso de tránsito permitirá conocer en el momento si la persona cuyos datos son verificados fue chequeada antes en otros lugares, información que puede resultar importante para conocer si se puede estar frente a un infractor a la cuarentena, más allá de contarse con un salvoconducto de circulación. 

Es que los permisos de tránsito no otorgan una libertad total de movimientos, sino que sólo otorga el consentimiento para el traslado entre la casa al trabajo. Si aparecen notificaciones del paso por diferentes barrios en distintos horarios, ese automovilista deberá explicar esos movimientos o se verá expuesto a ser observado como un transgresor a la norma dictada por el Poder Ejecutivo Nacional el 20 de marzo pasado.

La Policía de la Ciudad mantiene 390 puestos fijos de control para verificar el cumplimiento de la directiva de aislamiento social obligatorio, con 111 posiciones fijas en los accesos que comunican con el conurbano y el resto desplegado en lugares que se determinan cada día mediante el análisis cotidiano del movimiento de vehículos.

A medida que se libera la actividad de más rubros comerciales también se nota una mayor circulación en las calles porteñas. Anteayer entraron en la ciudad 14% más automóviles que en la semana anterior y el lunes pasado ingresó desde el conurbano el 58% del flujo de tránsito de lo que podría ser considerado un día normal, informó La Nación. 

Diferente es la situación del transporte público, que se mantiene en niveles bajos con relación a los primeros días de marzo. Creció en los últimos días la circulación de pasajeros en colectivos, pero sólo alcanza en este momento al 20% de los habituales usuarios. El sistema de subterráneos, en cambio, es utilizado por el 4% de pasajeros con relación a los días previos al aislamiento social obligatorio, mientras que en los trenes esa comparación alcanza al 8%

En los operativos de control fueron decomisados, en las últimas semanas, 240 vehículos cuyos conductores no justificaron su presencia en las calles. Desde el comienzo de la cuarentena fueron notificadas de infracciones 14.539 personas. De ese grupo de transgresores terminaron detenidos 997 ciudadanos, mientras que el resto fue demorado y trasladado a su domicilio por violar el aislamiento.

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