El coronavirus llegó para convertirse en algo más que una pandemia. Claro que es un asunto de salud pública, pero esto ya es una gran crisis económica. Todos quedándose en sus casas. Los negocios cerrados. Y medio planeta prácticamente paralizado. Pero, desde el punto de vista económico, el remedio puede resultar peor que la enfermedad, porque la pobreza mata más personas por año que cualquier virus. Casi todos los activos se desplomaron durante esta crisis, incluso el Bitcoin que sería, según muchos criptoanalistas, una tabla de salvación también cayó en picada. Sin embargo, Netflix ha sido una luz entre tanta oscuridad y las acciones de la compañía están brillando como el sol. 

Netflix es una de esas historias que recuerdan en el pequeño David puede derrotar a Goliat.

A finales de los años 90s está comenzando el dot-com boom. La cadena de tiendas Blockbuster tiene prácticamente el monopolio en el alquiler de películas. En aquella época, uno se dirigía a un Blockbuster para alquilar películas, un concepto muy similar al préstamo de libros en una biblioteca. Las personas tomaban un par de películas, pagaban, y debían devolverlas a los pocos días. En esa misma época, apareció Netflix. 

El Netflix de la primera etapa no era el Netflix de hoy. Netflix comenzó como una especie de Blockbuster por correspondencia, pero sin multas por devoluciones tardías. Era algo increíble para el cliente, pero causaba intriga el negocio como tal. ¿Era rentable semejante locura? Netflix, en aquel tiempo, no era rentable. Su modelo de negocios era una verdadera locura. Lograron construir una base de clientes, pero perdiendo dinero. En el año 2000, tenía 300 mil suscriptores. Blockbuster tuvo la oportunidad de adquirir Netflix por tan solo 50 millones de dólares. Claro que la transacción nunca se dio. 

Los fundadores de Netflix se inspiraron en Amazon. Catálogos infinitos, sin tienda física, entregas por correo, excelentes precios, buen servicio. El servicio de streaming en línea vino después, porque la velocidad del internet del momento no permitía eso aún. Sin embargo, estaba la visión. El surgimiento de Youtube fue el empujón que necesitaban. El servicio no era genial en términos de calidad, pero los usuarios estaban fascinados. Pese a las limitaciones técnicas iniciales, el Netflix en línea se convirtió en una sensación. Netflix evolucionó y se convirtió en un gigante. 

Desde su oferta pública inicial, en el año 2002, la acción ha crecido constantemente. Comenzó en u$s15$. Y ya ha superado los u$s400. Y es la N en FAANG, un acrónimo formado por el nombre comercial de las cinco grandes empresas tecnológicas del momento. FAANG: Facebook, Apple, Amazon, Netflix y Google.  Netflix siendo la hermana menor con una capitalización de mercado de 185 mil millones de dólares (más grande que Bitcoin). 

Antes de la crisis, los accionistas estaban preocupados con respecto a Netflix porque la acción estaba perdiendo brillo debido al incremento de competencia. Amazon, Disney y Apple han lanzado sus propios servicios y son los famosos "Netflix killers". Sin embargo, esta crisis ha servido como una prueba de fuego sumamente reveladora y ha permitido ver a Netflix bajo otra lupa. Los inversores están apreciando más la acción que de hecho ha estado subiendo mientras todo lo demás baja.

Netflix tiene más de 60 millones suscriptores en los Estados Unidos, un país de 128 millones de hogares. Existen más de 190 proveedores de servicios de streaming, pero Netflix tiene 87% del mercado. Globalmente, prácticamente no tiene competencia y esa cifra puede que sea mayor. Durante la crisis, la industria del entretenimiento ha sido duramente golpeada. Pero Netflix ha ganado 16 millones de suscriptores nuevos. Los estudios no tienen mucho que dar ahora porque casi toda la producción se ha suspendido por la cuarentena, sin embargo Netflix tiene contenido para rato. Ellos producen todo su contenido con muchísima antelación por lo que el Covid-19 no les ha impedido sacar sus estrenos. 

Pese a los desafíos en cuanto a la velocidad de internet en algunos países y restricciones legales en algunos lugares, la posición de Netflix en el mundo es hoy más fuerte que nunca. Aún no están en China, por un tema de restricción gubernamental, pero están trabajando en ello mediante acuerdos especiales con un socio local. Netflix se está fortaleciendo durante la crisis y su acción ciertamente está tomando fuerza. No será fácil bajarla de su trono, así nomás, concluye un artículo del sitio Cointelegraph. 

Ahora bien, Netflix y Bitcoin son cosas muy distintas, en muchos sentidos, incomparables. No tendría caso decir que una es mejor inversión que otra, porque es un falso dilema. El punto de esta comparación es demostrar que también es válido mirar más allá de villa cripto. Bitcoin todo o nada es una actitud sumamente radical. Los análisis prometieron que Bitcoin se iría a la luna durante la crisis del coronavirus, sin embargo, se equivocan colosalmente. De pronto, no está mal dejar de pensar en absolutos y construir un portafolio más diversificado. Bitcoin, sí. Pero también otras cosas. ¿Acciones de Netflix tal vez?

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