Dice la traducción más popular de la palabra "crisis" en chino que esta tiene dos significados: peligro y oportunidad. Aunque esto no sea del todo preciso, según estudiosos de la lengua, se ha popularizado en occidente y sirve como ejemplo de lo que está ocurriendo con la compañía Zoom y su creador, Eric Yuan. Si la pandemia del coronavirus es el peligro, esa aplicación de videollamadas se convirtió en la oportunidad de este empresario.

Con media humanidad aislada para prevenir el contagio de covid-19, las plataformas de videollamadas tuvieron un repunte histórico, y entre estas, la que más relevancia ha tomado desde altos niveles de la política mundial hasta las vidas cotidianas de millones de estudiantes y trabajadores ha sido Zoom. Detrás de esta está Eric Yuan, un hombre chino de 50 años que entró este año a la lista de multimillonarios de Silicon Valley.

En enero, Yuan no aparecía en esa lista de Bloomberg, que enumera a las 500 personas más ricas del mundo. En marzo ya estaba en el puesto 184, el valor de su empresa, Zoom Video Communications, subió u$s 2.000 millones, que es el cuarto incremento de valor más alto de la historia registrado por Bloomberg.

Ese repunte se debió, por supuesto, a que ante la necesidad de que las personas se aíslen del contacto con otros como la medida más efectiva para prevenir el contagio del virus, las videollamadas se convirtieron en la opción más efectiva para que alguna actividades cotidianas pudieran seguir. Y Zoom, por sus características (liviana, con capacidad para reuniones largas con un amplio número de participantes) ha sido la ganadora.

Yuan, a quien The Financial Times calificó como "el nuevo rey del trabajo remoto", dijo a principios de marzo a ese medio que la emergencia por el covid-19 va a revaluar la urgencia de que los negocios se hagan ‘face to face’, pero también dijo que es muy pronto para dimensionar si habrá o no un verdadero cambio en el mundo post-coronavirus.

Llegó a Estados Unidos a inicios de la década de los 90, un momento de efervescencia tecnológica desde Silicon Valley en San Francisco, después de que ese país le negara ocho veces la visa de residente. Empezó a trabajar con la plataforma WebEx, en la que ascendió y, cuando esta se convirtió en Cisco, llegó a ser vicepresidente.

Allí, este admirador de Bill Gates tuvo en 2011 su punto de inflexión, pues su idea de crear una mejor plataforma de conversaciones en video no caló entre los directivos, en un momento en que ya se usaban otras aplicaciones como Skype y Hangout. Entonces, Yuan se fue de Cisco y empezó a trabajar en su Start-up. Dicen que su inspiración estuvo en la distancia entre su país de origen y el de su residencia y en que su esposa, también china, pudiera estar al alcance de un click y no a 10 horas de vuelo.

Yuan y Zoom mantienen conexiones con China, donde trabaja un tercio de la plata de la empresa, a quienes llaman ‘zoomers’.

Para 2019, cuando Zoom entró a la bolsa, Transparency Market Research auguraba que el mercado de videoconferencias crecería un 8 por ciento anual. La tendencia ya estaba sobre la mesa. Pero entonces no se preveía una emergencia que obligara a gobiernos, sectores económicos, empleados, docentes y estudiantes a quedarse en casa por semanas, y aunque es difícil saber si el hábito se mantendrá cuando pase la emergencia, es claro que a este momento de 2020 esas plataformas se han vuelto imprescindibles para la humanidad.

A Yuan lo describen como un hombre austero y sencillo, en línea con las palabras que le decía su padre en China: "Trabaja duro y sé humilde". Usa transporte público y no viaja mucho por el mundo. Más bien, prefiere conectarse con el mundo por la plataforma que él mismo creó y que en medio de la emergencia ha sido salvavidas para millones de personas, indicó El Tiempo.

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