Aún no cumplió un año al frente de Walmart y tiene que enfrentarse a un gran desafío: dirigir una empresa de un sector que, en los últimos días, es una de los más sensibles. En medio de la crisis sanitaria y económica, Dolores Fernández Lobbe es la gerente general de la cadena que cuenta con 92 tiendas en todo el país. A su cargo hay varios frentes: la relación con los 9500 trabajadores, asegurar la operación de los locales, proveedores, clientes y el Gobierno, que día a día suma nuevos requerimientos para operar.

Con respecto a la situación impuesta por la pandemia y la comunicación con el Gobierno, Fernandez Lobbe comentó que crearon "un Comité Operativo de Emergencia que es responsable de evaluar, analizar y ejecutar las medidas para garantizar la seguridad de nuestros colaboradores y clientes. Este comité trabaja en siete células que concentran todos los esfuerzos de las áreas centrales de la compañía para asegurar la continuidad de servicio."

"La comunicación con el gobierno, en todos los niveles, así como con los sindicatos y sus delegaciones, es diaria. Hoy estamos trabajando por asegurar un marco lo más homogéneo posible de operación, en lo que hace a horarios de atención y estándares operativos. Es central estabilizarlos lo antes posible", afirmó la ejecutiva según una nota de America-Retail. 

En cuanto al peligro de desabastecimiento, Fernández Lobbe aseguró que no existe, y que "la situación de los últimos días tuvo dos grandes momentos. Uno previo a la declaración de emergencia y uno posterior. En los dos, el flujo de abastecimiento por parte de la industria fue constante. No obstante, en el momento previo a la cuarentena la incertidumbre fue tan alta que la gente se volcó a comprar de manera masiva. Esto generó una brecha entre el flujo de abastecimiento y la demanda. No obstante, desde ese sábado 21 a hoy, la cantidad de clientes cayó un 30% por debajo de un día regular promedio y las compras tienden a ser de reposición."

"Entre las primeras medidas que tomamos, una semana antes de que se declare la situación de emergencia fue la de bonificar el costo de envío a domicilio(...). Esto derivó en un aumento del 30% de la cantidad de pedidos, sólo en los dos primeros días; para alcanzar un 100% en cinco días. De hecho, al día de hoy duplicamos la cantidad de proveedores de transporte para los envíos -de 15 camionetas pasamos a 35-, estamos inaugurando dos nuevos puntos off-store en Zona Norte para el retiro de productos y acabamos de cerrar un acuerdo con Rappi", sentenció la directiva. 

"Estoy convencida que nada será lo mismo después de esta experiencia. Ni la forma en que trabajamos, ni los hábitos de compra. En estos días, verificamos un incremento de 100% en las órdenes de compra online y un crecimiento promedio en la participación sobre la venta de 4 puntos en 10 días. La situación es muy similar a lo que pasó en dos últimos años con la marca propia: el contexto de restricción del consumo empujó a la gente a probarlas. Con eCommerce pasa algo similar: esta situación ayudó a vencer miedos. Es muy probable que la base se haya ampliado", finalizó Fernández Lobbe. 

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