Este tipo de incidentes siempre resultan en efectos negativos para las empresas. La simple inconsistencia en la imagen de una marca puede ser un error que siga afectando a las empresas por varios años. Ignorar a los rivales también puede tener efectos graves en la viabilidad de negocio a largo plazo. Y las compañías también deben vigilar de cerca la experiencia de todos los usuarios.

Al final, cometer un error es inevitable. Los humanos son falibles y cualquier marca, no importa qué tan grande sea, está manejada por las personas. Las instituciones deben estar listas para el momento en el que deban responder a una equivocación. Porque es justo la forma en la que las compañías reaccionan ante una equivocación lo que más impacto tiene en la imagen de marca a futuro. Un principio que tanto Google como WhatsApp deberán de aprender a la mala.

Grupos privados de WhatsApp, en riesgo por un simple error

Se reportó hace poco que cientos, hasta miles de grupos privados en WhatsApp podrían no ser tan reservados al final de cuentas. Google estaría indexando muchos de los enlaces que los administradores pueden generar para invitar fácilmente a otro miembro a una conversación entre varias personas. Lo anterior significa que sólo basta realizar una búsqueda en su plataforma para poder encontrar el pase de acceso a conversaciones en todo el mundo.

A través de una publicación en Twitter, un vocero de Google señaló que el sistema de la marca funciona tal y como está pensado. Además, señaló que todas las empresas, incluida la misma WhatsApp, pueden solicitar que se eliminen estos resultados a través de un formato. Por su lado, un representante de la app de mensajería dijo que la gente no debería enviar los links a personas no confiables. Esto, porque los enlaces sirven para cualquiera que los encuentre.

Equivocación doble, pero sin solución

No es la primera vez que una simple omisión resulta en una afectación a la privacidad de los usuarios. Por ejemplo, hace un par de semanas Google anunció un error en su app Photos, que compartió videos de los usuarios con completos desconocidos. Cuando Microsoft dejó de enviar actualizaciones para Windows 7, sin querer dejó a millones expuestos a ciberataques. Y a inicios de enero, una falla en TikTok habría permitido a hackers controlar cualquier cuenta.

La cuestión en este último error con las conversaciones grupales de WhatsApp es que se trata de algo que ninguna de las compañías tenía en cuenta. La subsidiaria de Facebook sabía que sus enlaces podían ser compartidos fuera de su plataforma. Por su parte, Google también está consciente que su plataforma cataloga prácticamente toda la información que llega a cualquier página abierta. Aunque parezca obvio, ninguno vio los resultados de combinar estos sistemas.

De nuevo un error de este tipo pasa constantemente y no se puede juzgar tan duramente a las tecnológicas por ello. Por lo que sí se les puede juzgar, es por rehusarse a hacer algo. Las dos marcas podrían ser proactivas y diseñar una serie de respuestas a esta problemática. Pero en sus declaraciones, parece que decidieron lavarse las manos. Claro, es un incidente causado por los mismos usuarios. Pero aún así valdría la pena crear nuevas estrategias de contención, indicó Merca2.0.

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