Steven Levy, editor jefe de Wired y Newsweek, es una de las personas que mejor conoce a Mark Zuckerberg. Su acceso al fundador de Facebook y a empleados de la compañía le han permitido obtener 16 páginas de los primeros cuadernos en los que el directivo anotaba sus ideas para construir una red social con la que conquistar el mundo. Si todo sigue igual, en unos años habrá llegado a la mitad de su objetivo.

WhatsApp, propiedad de Facebook desde 2014, anunció recientemente que ya tiene 2.000 millones de usuarios en todo el mundo. Cifra a la que solo la app Facebook, con 2.500 millones, pudo llegar. Entre ambas, Instagram y Facebook Messenger suman casi 2.900 millones de usuarios activos mensuales. Una de cada tres personas del planeta, según informó una nota de elmundo.es.

Levy describe en un artículo que en ese cuaderno aparecen bocetos, anotaciones, algoritmos, ideas y hasta dudas. Incluso hay una recompensa de 1.000 dólares para quien encuentre y devuelva el cuaderno y una cita de Gandhi: "sé el cambio que quieres ver en el mundo". Tal vez inspirado por ello Zuckerberg lo llamaba el Libro del Cambio.

Aunque el papel del fundador dejó el código y las reuniones (las poco importantes, al menos) para otros, su palabra seguía siendo ley. Era normal que los trabajadores encontrasen páginas fotocopiadas sobre la pantalla de su computadora.

Si bien Facebook ha cambiado mucho en 15 años, el directivo sigue siendo el ancla del proyecto con unas decisiones que, si bien eran discutidas, rara vez eran ignoradas. La apertura, la privacidad y el muro son tres de sus pilares y ya aparecían en las anotaciones que hizo su CEO en estos cuadernos.

Facebook comenzó como una red social para estudiantes de Harvard que, poco después, se amplió a otras universidades. En mitad de ese proceso, su creador se preguntó quién podría ver los perfiles de los amigos de amigos. Posiblemente no lo sabía, pero esa idea era el germen del imperio más poblado de la historia: 2.500 millones de bolsillos.

Si ésta fue la idea que dio comienzo a la invasión, el desembarco lo realizó el Muro. Durante sus primeros años, Facebook obligaba a acudir al perfil de cada persona para ver sus novedades. Zuckerberg sabía que no era suficiente y que la clave estaría en llenar este muro de datos, fotografías e información relevante. Cuando se implementó, el movimiento fue considerado una invasión de la privacidad, y descubrió que sus usuarios no siempre iban a estar de su lado. Sin embargo, también descubrieron que la gente va a utilizar Facebook a pesar de Facebook.

Con el tiempo llegarían preocupaciones mucho más fundadas sobre la privacidad, la interferencia en elecciones, la capacidad para difundir bulos, una estratosférica multa de 5.000 millones de dólares y hasta una aparición en el Congreso. Facebook a pesar de Facebook.

La plataforma ya es más una excusa. El propio fundador hace unos meses anunció un cambio en la estrategia, que se centrará en la mensajería, en teoría, privada y cifrada. El muro ya ha cumplido su papel y son otras funciones las que se harán con los próximos 2.000 millones de personas.

Hace unos años, Zuckerberg destruyó todos los cuadernos. Varios mensajes y correos del directivo se habían hecho públicos en procedimientos legales y no quería que esta información pudiese utilizarse en su contra. El Libro del Cambio no vivió para ver cómo Facebook se convirtió en el cambio que Zuckerberg quería ver en el mundo.

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