El sector de energías renovables se encuentra semiparalizado a la espera del resultado de la reestructuración de la deuda soberana y a que el gobierno nacional anuncie medidas para los proyectos que aún no han iniciado las obras. Así lo señalan las principales empresas del rubro, y las cámaras que nuclean a las generadoras y proveedores.

Según cálculos realizados por Energía On, están sin construirse el 36% (1,89 GW) de los 5,02 GW correspondientes a parques solares y eólicos que fueron adjudicados con contratos en las distintas licitaciones organizadas por la administración del expresidente Mauricio Macri y los que recibieron prioridad de despacho en las rondas realizadas por la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico SA (Cammesa).

"Hoy hay aproximadamente 1.500 MW de proyectos, para todas las tecnologías renovables, cuyos sponsors encuentran dificultades - mayormente dado el contexto macroeconómico y de restricciones al financiamiento actuales - para concretarlos bajo los plazos comprometidos en los contratos suscriptos con Cammesa", afirma la Cámara Eólica Argentina (CEA) en un documento que presentó a las autoridades nacionales publicado en el sitio Rionegro.com.ar

Las necesidades para las obras alcanzan los 2.200 millones de dólares, pero las restricciones cambiarias y la expectativa sobre lo que pueda ocurrir con la reestructuración de la deuda cerraron el acceso al crédito, incluso a quienes ya los tienen aprobados, señalan desde el sector.

Un problema similar están teniendo quienes se encuentran en un proceso avanzado de fondeo o con préstamos aprobados, ya que los bancos decidieron frenar las negociaciones o los desembolsos por la crisis local y la falta de claridad sobre las medidas que tomará el gobierno para el sector, afirman desde las empresas.

Parque Eólico Arauco es uno de estos casos ya que BNP Paribas, BID Invest, BICE y Siemens Financial Services paralizaron créditos por 150 millones de dólares para respaldar las obras de Parque Arauco I y II. Como el dinero no llegó, tuvo que terminarlo con lo que obtuvo con la colocación de un bono internacional de la provincia de La Rioja y su propia caja.

Algo parecido atraviesa Scatec Solar y Equinor, ya que la Corporación Financiera Internacional (CFI) paralizó las conversaciones por un crédito de 77 millones de dólares para levantar la planta fotovoltaica Guañizuil II hasta que no haya un panorama claro de lo que ocurrirá con la deuda argentina. En un escenario similar se encuentra Envision, a quien el IDB Invest y el BICE le anunciaron que frenaban las negociaciones por los préstamos para desarrollar dos eólicos, de 175 MW, por la misma razón.

Lo mismo le ocurrió a Petroquímica Comodoro Rivadavia que esperaba financiar el desarrollo de El Mataco y San Jorge con un crédito de 200 millones de dólares del US International Development Finance Corporation (DFC) y el Citibank, pero el banco de desarrollo estadounidense suspendió las conversaciones.

Una situación más compleja vive Compañía Latinoamericana de Energía que tiene frenada la construcción de seis plantas solares y una eólica debido a que las empresas y fondos chinos que piensan respaldar las obras "no efectivizarán los acuerdos que tienen hasta saber que la Argentina no caerá en default", afirma su presidente Marcelo Rodríguez.

Eoliasur se encuentra en un estadío similar, tiene frenado un crédito de 85 millones de dólares ya aprobado de KfW Ipex, FMO y DEG para desarrollar los proyectos eólicos Vientos Fray Güen y Santa Teresita, por las mismas razones.

La definición de la deuda será clave para definir el futuro del sector que atraviesa una fuerte crisis.

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