En Estados Unidos, las cajas de cambios manuales nunca han sido especialmente populares, ya que ese mercado tiene predilección por las transmisiones automáticas. 

Es por ello que solamente una pequeña minoría de fabricantes ofrecen cajas manuales en Estados Unidos, normalmente en unidades de carácter deportivo, e incluso en dicha categoría poco a poco se van viendo desplazado por modernas cajas automáticas secuenciales, muy rápidas y con la posibilidad de cambiar de marcha de forma manual utilizando levas situadas tras el volante.

Es por ello que no sorprende que en Estados Unidos se vendieron más autos eléctricos que manuales, una muestra más del apogeo de la primera tecnología y de la decadencia de la segunda. 

En rigor, los modelos eléctricos alcanzaron una cuota del 1,6% (es decir, un 0,1% más que en 2018), mientras que los coches con caja de cambios manual se quedaron en apenas un 1,1% (con una caída del 0,5% respecto a 2018).

De esta manera, conforme avance la industria, seguramente muchos mercados del mundo seguirán los pasos de Estados Unidos: los coches híbridos son prácticamente todos automáticos (salvo extrañas excepciones como el antiguo Honda CR-Z), los híbridos enchufables también, y la inmensa mayoría de los eléctricos puros ni siquiera emplean una caja de cambios.

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