El Parlamento Europeo se volvió a proponer la idea de un cargador universal para todos los dispositivos electrónicos, idea que Apple ha descartado este jueves por varias razones.

Los defensores de esta propuesta ante la Comisión Europea hablan incluso de establecer una ley para obligar a los fabricantes a que todos utilicen un cargador universal –de hecho se está modificando un proyecto de ley para lograrlo– pero la marca de los iPhone no está de acuerdo con ello.

De hecho alegan que esta decisión interferiría con la innovación, implicaría una gran generación de desechos electrónicos y además molestaría a sus consumidores.

En el caso de Apple sería la más afectada por una medida de esta índole, debido a que sus teléfonos y muchos de sus dispositivos funcionan con el cable Lightning, mientras que los de otras marcas con sistema operativo Android utilizan conectores USB-C.

La marca alega en el comunicado: "Creemos que la regulación que obliga a la conformidad a través del tipo de conector integrado en todos los teléfonos inteligentes sofoca la innovación en lugar de alentarla y dañaría a los consumidores en Europa y la economía en general".

Como parte de sus razones, Apple mostró los resultados de una investigación encargada por la marca a Copenhagen Economics según el cual, un cambio como el propuesto costaría a los consumidores cerca de 1.500 millones de euros, lo que no se compararía con los 13 millones de euros que la Comisión Europea señala, serían parte de los beneficios ambientales que se reflejarían.

Así mismo, señala que esperan que la Comisión Europea mantenga su intención de buscar una solución que no limite la capacidad de "innovar" de esta industria.

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