El Gobierno estableció una serie de cambios en el régimen de tramitación de licencias automáticas y no automáticas de importación, con el fin de lograr un "procedimiento administrativo de mayor sencillez y transparencia posible".

La decisión se tomó por medio de una resolución de la Secretaría de Industria, Economía del Conocimiento y Gestión Comercial Externa, publicada este jueves en el Boletín Oficial, a través de la cual se modificó otra resolución, de julio de 2017.

De este modo, se redujo de 180 a 90 días corridos la validez de las licencias a partir de su aprobación y, a la vez, se admitirán prórrogas sólo a solicitud de los interesados con 15 días de antelación y "por razones fundadas".

La cantidad de productos será monitoreados por el régimen de licencias no automáticas pasarán de 12 a 15%, es decir, unas 300 posiciones arancelarias adicionales que abarcan electrónicos, vehículos, electrodomésticos y muebles, entre otros segmentos. La industria fue duramente golpeada durante los últimos cuatro años por una combinación de factores entre los que sobresalieron la suba de tarifas, la baja de la demanda y la apertura importadora.

No estarán incluidas en esta decisión las destinaciones de importación definitiva para consumo realizadas en el marco de los regímenes de muestras, de donaciones y de franquicias diplomáticas; mercaderías con franquicias de derechos y tributos, o ingresadas bajo el régimen de courier o de envíos postales.

También, están excluidas las operaciones de importación de bienes amparados en el Régimen para Insumos Destinados a Investigaciones Científico Tecnológicas.

La resolución involucra a las operaciones de importación de mercaderías al territorio del Área Aduanera Especial de la Isla Grande de la Tierra del Fuego, a excepción de las provenientes del territorio continental.

Además, una compra al exterior no podrá tener un valor ni volumen más de 5% superior (o inferior) al declarado.

Según el Poder Ejecutivo, la instrumentación de un sistema de licencias de Importación "provee de información estadística en niveles generales y particulares y permite identificar comportamientos disruptivos del comercio exterior".

Además, la Casa Rosada destacó que es necesario "analizar y monitorear el flujo de importaciones", por medio de "el establecimiento de plazos acordes a un seguimiento cercano a las corrientes comerciales en concordancia con los desafíos actuales".

"Se ha identificado una serie de bienes respecto a los cuales, en función de la actual coyuntura económica, resulta indispensable evaluar sus respectivos flujos comerciales y grado de cumplimiento de las respectivas normas técnicas que les resultan aplicables, a fin de generar información que facilite el diseño eficiente de las políticas públicas a aplicar", según el texto oficial.

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