El tiempo de ser conservador en el sector del auto eléctrico está empezando a quedar atrás entre los grandes grupos.

Después de una primera fase que fue en la mayor parte de los casos un tiempo perdido, ahora las marcas más importantes están comenzando no sólo a dar pasos adelante importantes, sino que incluso están acelerando los planes presentados hace apenas unos meses. Como ejemplo Audi, que acaba de confirmar un importante incremento de su inversión en el sector del coche eléctrico.En total para el periodo 2020-2024 Audi ha indicado que destinará un total de 37.000 millones de euros en I D y en levantar nuevas instalaciones, de los cuales 12.000 millones estarán destinados a su proyecto de movilidad eléctrica.

Un proyecto denominado «Plan de Transformación de Audi (ATP)» que está liberando los fondos necesarios para afrontar la enorme transformación que vivirá el sector en el próximo lustro.El objetivo es llegar a 2025 con una oferta que abarcará hasta 30 modelos electrificados diferentes. Una cifra que normalmente es algo engañosa al incluir todo tipo de sistemas con alguna presencia de la electricidad, desde híbridos ligeros hasta híbridos enchufables. Pero en este caso podemos ver que Audi si está haciendo los deberes, y de esos 30 modelos, al menos 20 serán 100% eléctricos.

Con este movimiento Audi tiene la intención de que para 2025, el torno al 40% de sus ventas estén protagonizadas por modelos totalmente eléctricos e híbridos. Un objetivo notable que supondría alcanzar unas 720.000 unidades entregadas al año según las cifras de ventas del 2018. Una marca en la que jugará un papel importante la nueva plataforma modular (PPE) en la que Audi está trabajando de forma conjunta con Porsche, y que facilitará el trabajo de poner en el mercado modelos premium de mayor tamaño y más rentables.Por su parte otro de los grandes nombres de la industria, BMW, también está preparándose para dar un salto adelante. Y como ejemplo los 400 millones que ha destinado a su fábrica alemana de Dingolfing. La más grande de los alemanes en Europa, y que prepara sus líneas para acoger a la nueva generación de coches eléctricos que debutará en 2021 de la mano del iNext.

Un preludio de una importante expansión a nivel global que le llevará también a acelerar las inversiones en sus plantas de China, que además del mercado local también se encargarán de atender la demanda del mercado europeo. Una arriesgada decisión que quedará a expensas de los movimientos geopolíticos en un escenario de guerra comercial que puede hacer de un día para otro la inversión menos rentable.

La conclusión es que el tiempo de mirar para otro lado ha terminado, y que la inversión en electrificación se ha convertido en una prioridad dentro de los grandes grupos automovilísticos que están viendo que han llegado algo tarde, y que si no apuran se quedarán irreversiblemente atrás en esta nueva generación.

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