Los bancos digitales y demás apps que comercializan dólares por fin parecen haber entendido que no basta con ofrecer dólares más baratos que la banca tradicional para fidelizar a los clientes.

Si bien es cierto que, por su accesibilidad, gratuidad y contar con un tipo de cambio a un precio más conveniente, estas entidades obtuvieron miles de nuevos clientes en el pasado, hoy en pleno cepo hard se encuentran con más de la mitad de estas cuentas inactivas, por lo que la búsqueda para ofrecer alternativas de inversión para sus clientes resulta crucial.

El momento Fintech

Es posible que una madre haya pensado, hace poco tiempo, en haber participado de una experiencia revolucionaria cuando transfirió dinero por primera vez desde una aplicación del celular a su hija para que gaste en el colegio a través de un Código QR. Sin embargo, todo pasó tan rápido que, para la misma persona, probablemente hoy sea moneda corriente.

De esto se trata la industria "Fintech" –del acrónimo Financial Technology–, término referido, en líneas generales, a cualquier compañía que brinda servicios financieros a través de dispositivos, aplicaciones móviles, softwares y/u otro tipo de tecnología.

En este sentido, el sector bancario está afrontando una gran transformación para adaptarse a la nueva era digital. Y en este proceso, lejos de verlo como competencia, los servicios de la banca digital se convierten en una estrategia potencial para el crecimiento de los mismos.

Bancos digitales en Argentina

En nuestro país, la tecnología financiera no afecta tanto a los servicios financieros tradicionales por ser esta una industria históricamente subdesarrollada. Por este motivo, al crear una serie de productos y soluciones de base tecnológica, los bancos digitales tienen el sueño de sumar y conquistar un mercado de casi 7 millones de potenciales clientes, cantidad aproximada que representa la mitad de la población económicamente activa que se encuentra aún no bancarizada.

Estas entidades digitales se caracterizan por ofrecer principalmente la mayoría de los servicios financieros tradicionales, pero con mínimos requisitos de apertura de cuentas y prácticamente sin costo, lo que constituye una gran oportunidad para impulsar la inclusión financiera en el país.

Cabe destacar que, si bien en Argentina actualmente sobresalen al menos tres bancos digitales, Brubank (fundado por el ex número 1 del Citibank, Juan Bruchou), Rebanking (del Grupo Trasatlántica) y Wilobank (creado por el empresario Eduardo Eurnekian), próximamente arribarán dos pesos pesados a nivel regional e internacional: Nubank (el banco digital de origen brasileño más grande de la región) y Open Bank (del poderoso grupo español Santander).

El desafío en tiempos del cepo cambiario

Nadie puede dudar que resulta cómodo, y hasta atractivo, abrir una cuenta bancaria gratuita desde nuestro smartphone sin tener que acudir a una sucursal por lo que, naturalmente, la accesibilidad constituye la columna vertebral de la banca digital. No obstante, todo parece indicar que este sector fintech comienza a comprender que no será lo más difícil en un futuro sumar clientes, sino mantenerlos cuando la competencia se encuentra a un click de distancia.

Los bancos digitales argentinos existentes cuentan con la ventaja de haber sido pioneros, pero los bancos tradicionales y/o internacionales, están empezando a apostar por la banca digital en el país porque esta es menos costosa que la basada en sucursales.

Y estos últimos tienen más recursos económicos, humanos y tecnológicos, para mantener potentes plataformas online y generar programas de análisis de clientes para adaptarse rápidamente a las nuevas demandas del mercado que las entidades digitales de hoy, las cuales arrancaron prácticamente de cero y presentan problemas presupuestarios para poder abordar todos estos retos.

Por lo tanto, los bancos digitales se encuentran desarrollando alternativas de inversión —más allá del plazo fijo y la compra de dólares— basadas en Fondos Comunes de Inversión (FCI) de las sociedades de bolsa. Algo que ya se está imponiendo en otras Fintech como Mercado Pago (Mercado Fondo de Banco Industrial) o Ualá (SBS Ahorro) que actualmente cuentan con muy bajo riesgo y una tasa de rendimiento anual cercana al 45%.

El primero en dar el paso parece haber sido Brubank, que está en tratativas de cerrar un acuerdo con los Fondos Galileo, pero también esta opción ya se encuentra en la mesa estratégica de Rebanking y Wilobank.

Además, no hay que obviar el atractivo para los bancos digitales, sobre todo desde el punto de vista de bajos costos, de brindar un nuevo servicio financiero a sus clientes con estructura ajena especializada en inversión, y por la cual, en medio de las restricciones a la compra de dólares, resulta fundamental para sus previsiones de crecimiento y fidelización de clientes en el próximo año.

Por último, pero no menos importante, el cliente bancario también está cambiando. Este es más exigente y menos leal, ya que puede cambiar de proveedor con facilidad en la era digital, por lo que para los bancos digitales representa un gran desafío, pero también una oportunidad, de canalizar las nuevas demandas del mercado. Y ciertamente, aquellos que no ofrezcan alternativas de inversión para sus clientes prontamente quedarán excluidos de sus preferencias.

presidente del Centro Latinoamericano de Inversiones (CELAI). Director de Morales Inversiones. Autor del libro Análisis fundamental: estrategias para invertir en el mercado argentino

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