A pesar de que al 34% de los españoles todavía les da miedo pagar una compra en un comercio con su móvil, principalmente porque desconfían de la seguridad de este sistema, el número de miedosos disminuye cada año, según una encuesta realizada por la firma HelpMyCah.com en la que han participado más de 750 personas. En comparación con el año pasado, el miedo al pago móvil se ha reducido en seis puntos porcentuales.

Más de la mitad de los encuestados a los que no les asusta usar este medio de pago describen su experiencia como cómoda y práctica y únicamente el 1% dice sentirse decepcionado.

El pago móvil permite prescindir de las tarjetas y del efectivo. Podemos, literalmente, dejarnos la cartera en casa y, aun así, pagar una compra. Para usar este servicio solo hace falta llevar en el bolsillo un teléfono móvil con tecnología NFC, descargar una cartera virtual y vincular una tarjeta, que podrá ser de crédito, de débito o de prepago. Eso sí, solo podremos pagar con el móvil nuestras compras en aquellos comercios que dispongan de datáfonos compatibles con la tecnología contactless. Según el último Barómetro de Mastercard, el 83% de los comercios españoles que tienen un TPV físico permite a sus clientes pagar sus compras con el móvil.

Una vez en la línea de caja, solo hace falta acceder al wallet, identificarse mediante un código pin o el reconocimiento facial, del iris o de la huella dactilar, escoger la tarjeta con la que se quiere pagar y acercar el smartphone al terminal de pago. Si el importe de la compra supera los 20 euros, se tendrá que introducir el código pin de la tarjeta.

Lo cierto es que no. Eso sí, tenemos multitud de opciones. Para empezar, la mayoría de los bancos dispone de su propio monedero virtual, por lo que como mínimo tendremos esa opción para abonar las compras con el móvil. No obstante, los wallets de los propios bancos solo son compatibles con terminales Android, por lo que si nuestro smartphone es un iPhone, tendremos que descargar Apple Pay.

Actualmente, Apple Pay colabora con 32 bancos distintos: Abanca, Banca March, Banco Mediolanum, Banco Pichincha, Banco Sabadell, Banco Santander, Bankia, Bankinter, BBVA, Bunq, Caixa Ontinyent, CaixaBank, Caja de Ingenieros, Caja Rural, Cajasur, Cecabank, Colonya Caixa Pollença, Deutsche Bank, EVO Banco, Cajamar, IberCaja, ImaginBank, ING, Kutxabank, Laboral Kutxa, Liberbank, Monese, N26, Openbank, Pibank, Revolut y Unicaja. Además, también permite asociar las tarjetas American Express, así como las de varias financieras, como Carrefour o Bankintercard, y tarjetas prepago como las de Rebellion o Boon.

Los clientes cuyo móvil tenga la tecnología de Google tendrán más opciones. Podrán escoger entre el wallet de su propio banco o Google Pay. Además, si su teléfono es de la marca Samsung, también podrán usar el wallet de la compañía surcoreana.

Hoy por hoy, 19 bancos permiten a sus clientes vincular sus tarjetas con Google Pay. Son estos: Abanca, Banca March, Banco Mediolanum, Banco Pichincha, Bankia, BBVA, Caixa Ontinyent, Caja Rural, Cajasur, Cecabank, EVO Banco, IberCaja, Kutxabank, Liberbank, N26, Openbank, Pibank, Revolut y Unicaja. También se pueden vincular las tarjetas prepago de Rebellion, Boon y Correos y las de American Express.

Samsung Pay, por su parte, está disponible en 17 bancos: Abanca, Banco Sabadell, Banco Santander, Bankia, BBVA, CaixaBank, Caixa Ontinyent, Cajasur, Cecabank, Deutsche Bank, IberCaja, ImaginBank, Kutxabank, Liberbank, Openbank, Unicaja y WiZink. Los titulares de las tarjetas de Carrefour, Cetelem y El Corte Inglés también pueden usarlo.

Los clientes de Abanca, Bankia, BBVA, Cajasur, IberCaja, Kutxabank, Liberbank, Openbank y Unicaja son los que tienen más opciones a su alcance para pagar con el móvil, ya que pueden usar Apple Pay, Google Pay y Samsung Pay y, además, el propio wallet de su banco.

La diferencia entre los monederos virtuales de los propios bancos y las apps independientes es que a los primeros únicamente se pueden vincular tarjetas emitidas por la entidad, mientras que en los segundos es posible asociar tarjetas de distintos bancos. Así, en una sola aplicación se pueden tener varias tarjetas. Si se opta por el wallet del banco, se tendrá que descargar una aplicación por cada entidad.

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