Si bien aún no se ha convertido en leyenda, está empezando a llegar el rumor que si un banquero repite el nombre de una persona en particular tres veces, temen que su fantasma aparezca y les destruya el negocio: ¿de quién se trata?

Es Jeff Bezos, el creador del gigatne Amazon, alguien que genera a la vez fascinación y temor. Pueden incluso cooperar con Amazon, hasta que se le ocurra incursionar en un nuevo negocio, y ahí se se convierta en un competidor contra el que muy poco se puede hacer.

La empresa estadounidense está arremetiendo con todo y ya está llegando a varios negocios financieros. Justamente en estos días cerró un acuerdo con la fintech española Fintonic, cuyos usuarios podrán financiar compras de tarjetas regalo en Amazon por hasta 1.000 euros, en un periodo máximo de cuatro meses, a un interés del 0% TAE.

Según el medio El País, se calcula que las llamadas swipe fees, las tarifas por deslizar o pasar una tarjeta, suponen un negocio anual de 90.000 millones de dólares para bancos, entidades de pago como Visa y procesadores de pago como Stripe y Paypal. Para Amazon, una de las grandes ventajas de este acuerdo con Fintonic es que le permite ahorrarse esos costes de transacción: es decir, una persona gasta 1.000 euros en su comercio y Amazon no tiene que compartir ni un céntimo con la emisora de una tarjeta de crédito ni tampoco con el banco que la emite.

Incluso ya tendría acuerdos de este tipo con otras empresas. Por otra parte, ya tiene ofertas comerciales específicas para los clientes de Openbank (grupo Santander), Coinc (Bankinter) y los programas de fidelización de las tarjetas de American Express.

Por su parte, Fintonic logra la notoriedad y relevancia que da poder presentar “la primera colaboración de este tipo entre Amazon y una compañía europea”, según informan desde la compañía y confirman desde la empresa creada por Jeff Bezos. Y, sobre todo, muestra que su cambio estratégico va en serio. 

Amazon el año pasado obtuvo unos ingresos de 177.870 millones de dólares y su valor en bolsa es de más de 800.000 millones de dólares, lo que muestran cómo la compañía se está acercando al negocio financiero. No quiere crear un banco, sino ofrecer determinados servicios que le ayuden a su principal objetivo: aumentar la relevancia y la facturación de su ecosistema.

“Amazon no está construyendo un banco tradicional que de servicio a todo tipo de clientes. Por el contrario, ha cogido los componentes básicos de una experiencia bancaria moderna y los ha adaptado para que encajen con sus clientes, tanto compradores como vendedores”, sotuve unos meses atras un informe de la consultora CBInsights.

Por ahora, la apuesta más clara en el ámbito financiero es Amazon Pay. Y está trabajando en su oferta de préstamos a través de Amazon Lending, que opera en Estados Unidos, el Reino Unido, India y Japón. Y ya cuenta con programas con Openbank (Santander), Coinc (Bankinter) y American Express. También está empezando a ofrecer seguros, a través de la marca Amazon Protect, que ofrece pólizas para bienes de consumo a la venta en la plataforma. El servicio está disponible en varios países europeos.

Te puede interesar