Ya hace años hay una revolución en el mundo de las finanzas y del sector bancario, cuando comenzaron a surgir empresas de tecnología que apuntaban a competir con el mismo, primero con productos y servicios para una población no bancarizada, y luego directamente en plena competencia con los mismos.

Eso creó durante años un recelo ya que la banca tradicional los veía como una competencia desleal al no estar tan regulados como ellos. Pero eso ha ido cambiando, ya que ahora es frecuente ver como ambos sectores trabajan juntos en el desarrollo de productos y servicios.

Es así que las compañías que combinan la tecnología con el mundo financiero son cada vez más en la Argentina y en 2018 atrajeron el 50% del capital invertido; buscan complementarse con los bancos

Las tecnologías emergentes -como inteligencia artificial, internet de las cosas (IoT) y blockchain- abren nuevas posibilidades y permiten diseñar experiencias que van produciendo cambios en los hábitos de los usuarios. Puntualmente en el mundo bancario, "cada vez son más las personas que se animan a gestionar sus pagos y finanzas de forma digital, tanto por medio de su home banking como de billeteras digitales", dice Yanina Duarte, líder de Estrategia Digital de Insitum, consultora en innovación estratégica.

Mientras, los bancos tradicionales se esfuerzan por derribar muchos de los procesos que los hacen más lentos y menos competitivos. "Haciendo foco en la transformación digital, están adoptando herramientas y procesos que les permitan innovar con mayor agilidad y ofrecer productos y servicios alineados con las necesidades de sus clientes", indica.

En la Argentina el acceso al crédito es un problema estructural que empeoró en los últimos años. Según el informe que elabora el Banco Mundial, sobre el monto total del crédito bancario al sector privado, el país descendió de un rango de 16% del PBI en 2016, a un 7,4% en 2019, con datos preliminares de la actividad económica que surgen del Banco Central.

En paralelo, un reporte de Latin American Venture Capital Association (Lavca) destaca que el 50% del capital invertido en la Argentina durante 2018 fue al segmento fintech. En consonancia, el primer Mapa Fintech de Argentina, realizado por Finnovating, constata un camino de crecimiento: en 2016 se registraron 60 compañías, se duplicaron en 2018 y en el primer semestre de este año se contabilizaron 151. En ese marco proliferan las techfin, como Alibaba, Wechat, Apple y Facebook, que aprovechan el inmenso ecosistema de millones de personas que a diario visitan los sitios para ofrecer productos o servicios financieros.

"Estábamos acostumbrados a dirigirnos a una sucursal, hablar con un oficial de créditos, contar lo que se necesita, completar un montón de formularios, adjuntar documentación que respalde ingresos, domicilio y esperar que todo eso se valide para adquirir un préstamo, algo que hoy se resuelve en cuestión de segundos", explica Alejandro Muszak, CEO y fundador de Wenance, que ofrece crédito online al sector subbancarizado.

El empresario describe que en el nuevo mapa no existe una sola fintech que ofrezca todas las prestaciones -caja de ahorro, cuenta corriente, crédito, cajeros, inversiones, hasta operaciones de comercio exterior-, sino que han apostado a un servicio o producto. "Las empresas desafían el statu quo", cuenta Muszak, quien describe que se trata de pequeñas empresas que se han desarrollado durante la última década, en paralelo a los bancos, con el foco en nuevos usos de tecnología.

Así, las transacciones bancarias se vuelven menos traumáticas, más seguras -porque ya no es necesario manipular y trasladar dinero- y más inclusivas, gracias a los algoritmos que permiten generar motores de decisión en función de parámetros que antes se desconocían. "Se tiene en cuenta el comportamiento pasado, pero eso no determina un rechazo. Gracias a la interacción de datos podemos analizar muchos factores, incluso detectar los niveles reales de ingreso", cuenta Muszak.

"Si el crédito está relegado, el ahorro y la inversión es para mucha menos gente", plantea, y, además de instruir para que más personas sepan cómo hacer rendir sus ahorros, asume que el primer paso es estabilizar la economía. "Las tasas de referencia tienen que bajar para que todos podamos prestar con comodidad, que tenga sentido endeudarse y que el interés sea pagable", resume.

En tanto, una nueva generación de activos que comienzan a ofrecerse como un resguardo de valor soberano cambian las relaciones de poder que existen hoy en el mercado y permiten tener acceso directo a un nuevo mundo financiero. "La banca está yendo hacia soluciones concretas: cómo gastar menos y llevar una mejor experiencia a sus clientes", afirma Manuel Beaudroit, CMO de Bitex, quien describe que el bitcoin -como otros activos nuevos- es similar al oro respecto al resguardo de valor.

"Es un activo escaso que además no está relacionado a otro tipo de instrumentos como acciones o monedas", agrega. Recientemente, Bitex formó una alianza con Bantotal de Uruguay, que opera con más de 60 instituciones financieras y cerca de 20 millones de clientes, de 14 países de América Latina y Gran Pacífico, para realizar pagos transfronterizos utilizando bitcoin. Beaudroit asegura que una gran cantidad de entidades bancarias no se han aggiornado a internet. "Aunque se muestren sitios web muy desarrollados, lo importante es la infraestructura que va por detrás, que es donde más avances hemos producido", advierte.

Desde la propia experiencia, José Humberto Dakak, principal accionista del Banco Masventas (BMV), comenta que la entidad comenzó a usar bitcoin para facilitar los procesos de movimientos de fondos de capital de trabajo. Según explica, la herramienta se volvió clave para operaciones de comercio internacional, porque los movimientos no impactan en las reservas del Banco Central. BMV encontró más simple asociarse a una fintech y conformar un negocio colaborativo a partir de la complementariedad. "La sucursal física hoy es el teléfono y funciona las 24 horas del día", agrega, y justifica que la "excesiva" regulación durante los últimos 15 años "cercó" el desarrollo de las entidades financieras.

Mientras trabaja en agregar a la pizarra de compraventa de monedas la cotización de la criptomoneda, para que los clientes puedan diversificar sus inversiones afirma que "las consultas se incrementaron en un 30% en las últimas semanas, porque la gente se inquieta ante la inestabilidad de la moneda local", indicó La Nación.

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