La empresa Clearstream advirtió ayer a sus clientes que no podrá realizar sus operaciones de transferencias de divisas al exterior, correspondientes a los pagos de títulos públicos emitidos por la Nación y provincias y las obligaciones negociables de compañías locales. 

La agencia de clearing y responsable legal y técnica del giro del dinero al exterior advirtió que luego de las restricciones impuestas por el Banco Central que comenzaron el 9 de septiembre, las personas jurídicas no podrán girar divisas al exterior.

Esto implica que las personas jurídicas (empresas, incluyendo operadores financieros, fondos de inversión y bancos) no pueden comprar dólares para tenencia a través del Mercado Único y Libre de Cambios (MULC); lo que incluye los pagos por inversiones en el mercado de capitales de la Nación, provincias y empresas. 

Los próximos casos que tendrán problemas de este tipo son, además de la deuda emitida por la República Argentina, las provincias de Neuquén, Chubut, Córdoba, Salta y Mendoza y las empresas Arcor, Pampa Energía, Albanesi, Clisa y CGC, entre otros. Se aclara que en ninguno de los casos se trata de incumplimientos de parte de los agentes públicos o los privados: el problema surge luego que se paga el dinero en la cuenta de Clearstream en la Caja de Valores, para que luego el dinero se gire al exterior.

Para Clearstream, una agencia acostumbrada a operaciones sofisticadas y seguras, Argentina es un caso complejo. Se trata de una empresa propiedad de la alemana Deutsche Börse AG que ofrece custodia, aval y liquidación para movimientos de activos financieros, además de depósitos en cuentas privadas y oficiales. 

En el país, ya había tenidos problemas durante el 2015, cuando Argentina decidió liquidar los pagos de la deuda emitida bajo jurisdicción de Nueva York en Buenos Aires; para evitar los embargos reclamados por Paul Singer y compañía y avalados por el juez Thomas Griessa. Ante la decisión Clearstream había alertado que tenía la prohibición explícita de la justicia norteamericana que se había negado a autorizar la liquidación con el mecanismo decidido en la Argentina, informó el sitio Ambito.

Clearstream se encontraba en un bache legal que luego subsanó emitiendo un comunicado a sus clientes recomendando que abran una cuenta local en la Comisión Nacional de Valores para recibir las liquidaciones correspondientes; la que operaría con el aval de la compañía.

La agencia sería, a su nombre, la que se encargaría luego de girar los fondos del pago de la deuda argentina al exterior, cubriendo al país de cualquier embestida y potencial decisión de embargo internacional del juez norteamericano contra los pagos de los bonos argentinos emitidos bajo jurisdicción local y pagos en Buenos Aires. 

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